Un viaje hacia la aceptación del cuerpo

¿Lle­vas tú tu ropa o es la ropa la que lle­va tu cuer­po? La indus­tria de la moda nos impo­ne muchos esti­los y cáno­nes de belle­za, pero ¿se ajus­tan a nues­tros cuer­pos? La indus­tria de la moda ejer­ce pre­sión sobre los cuer­pos: ya sea en una cade­na de sumi­nis­tro, en una pasa­re­la, en las tien­das o en casa, fren­te a nues­tro espe­jo. ¿Cuán­tas veces has com­pra­do unos vaque­ros u otra pren­da una talla infe­rior, pen­san­do que con el tiem­po adelgazarías?

La indus­tria de la moda está esta­ble­cien­do unos están­da­res poco rea­lis­tas. ¿Sabías que las tallas se pusie­ron por razo­nes de ren­di­mien­to y bene­fi­cio? Al igual que la ropa, las carac­te­rís­ti­cas del cuer­po pue­den cam­biar cada tem­po­ra­da. El ​“cuer­po per­fec­to de verano” ya no exis­ti­rá en invierno o la pró­xi­ma tem­po­ra­da. Es una lucha cons­tan­te entre nues­tros cuer­pos y la indus­tria tex­til, pero esta­mos dis­pues­tos a poner fin a esta gue­rra. Sea­mos rea­lis­tas: ¡el cuer­po per­fec­to no existe!

La normalización de los tamaños

Tira tus apun­tes de arte, pue­de que el Hom­bre de Vitru­vio no exis­ta. No se tra­ta de dis­cu­tir con Leo­nar­do Da Vin­ci, pero ¿pue­den los cuer­pos huma­nos ser com­ple­ta y per­fec­ta­men­te simé­tri­cos? Pode­mos tener un pie o una pier­na más cor­ta que la otra, un pecho o una ore­ja des­igua­les. No pode­mos cum­plir todos los cáno­nes de belle­za que esta­ble­ce la indus­tria. A pesar de ello, la indus­tria de la con­fec­ción sigue uti­li­zan­do las tallas y los cáno­nes de belle­za para influir y estan­da­ri­zar indi­rec­ta­men­te nues­tros cuerpos.

Nuestro cuerpo sus normas

La indus­tria de la con­fec­ción ha decla­ra­do la gue­rra a nues­tros cuer­pos. De hecho, des­de la déca­da de 1860, la pro­duc­ción de tra­jes de uni­for­me para la pobla­ción civil ha tras­tor­na­do toda la indus­tria de la ropa. En Euro­pa, la movi­li­za­ción mili­tar masi­va, los cam­bios de régi­men y las gue­rras fue­ron en gran medi­da res­pon­sa­bles de la esca­la de tallas fijas. Los pedi­dos masi­vos die­ron ori­gen a una indus­tria nue­va en su alcan­ce y orga­ni­za­ción. Tras la Segun­da Gue­rra Mun­dial, se empie­za a uti­li­zar el ​“ready-to-wear ” o ​“prêt-à-por­ter “. Los artícu­los de ves­tir se fabri­can aho­ra en serie y lis­tos para lle­var.

Por ello, la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal de Estan­da­ri­za­ción, una orga­ni­za­ción inde­pen­dien­te y no guber­na­men­tal fun­da­da en 1947, esta­ble­ció las tallas. Esta orga­ni­za­ción faci­li­ta el comer­cio mun­dial pro­por­cio­nan­do nor­mas comu­nes entre las nacio­nes: ​“Se han esta­ble­ci­do más de vein­te mil nor­mas, que abar­can des­de la talla de la ropa has­ta los pro­duc­tos manu­fac­tu­ra­dos”. Se pue­de com­prar un par de vaque­ros de la talla 38 en Euro­pa (UE), que es la talla 28 en Esta­dos Uni­dos (EE.UU.), la talla 42 en Ita­lia, y la talla 2 en tallas numé­ri­cas. Según la ONG: ​“El uso de nor­mas con­tri­bu­ye a la crea­ción de pro­duc­tos y ser­vi­cios segu­ros, fia­bles y de bue­na cali­dad”. Sin embar­go, en reali­dad, estas nor­mas per­mi­ten la pro­duc­ción masi­va y con­ti­nua de ropa con fines lucrativos.

La indus­tria, y más con­cre­ta­men­te los mino­ris­tas y publi­ci­ta­rios, uti­li­zan esos cri­te­rios para crear y desa­rro­llar gru­pos de con­su­mi­do­res pre­ci­sos. Les resul­ta más fácil medir e iden­ti­fi­car un gru­po a efec­tos de fabri­ca­ción y mar­ke­ting. En las fábri­cas se fabri­can artícu­los de dife­ren­tes tallas, pero para la publi­ci­dad sue­len ele­gir tallas extra peque­ñas o peque­ñas. Las mar­cas inten­tan aho­ra cam­biar esos hábi­tos. Un téc­ni­co de con­fec­ción nos ha dicho que esta elec­ción publi­ci­ta­ria per­ju­di­ca mucho al medio ambien­te. La ropa que pro­mue­ven las per­so­nas de tallas peque­ñas tie­ne más pro­ba­bi­li­da­des de ser devuel­ta y esas devo­lu­cio­nes sue­len aca­bar en los ver­te­de­ros por­que enviar­las de vuel­ta cues­ta ​“dema­sia­do”, para la mar­ca. Si quie­re saber más sobre los resi­duos de ropa, haga clic aquí.

Esta téc­ni­ca de mar­ke­ting tam­bién daña tu auto­es­ti­ma. ¿Te pre­gun­tas por qué la pren­da no te que­da igual que a la mode­lo? Bueno, muchas veces no nos damos cuen­ta de que esas pren­das están hechas a medi­da de la mode­lo sólo para la sesión de fotos. Hacen arre­glos para que la pren­da que­de per­fec­ta. Por eso, nos encon­tra­mos en una situa­ción de ​“Ins­ta­gram vs. Reali­dad” en la que la pren­da pare­ce per­fec­ta en la pági­na web, pero no para nosotras.

Las tallas importan

La otra cues­tión es que las tallas están­dar sue­len basar­se en un tipo de cuer­po ​“occi­den­tal”: ​“uti­li­za­mos como refe­ren­cias para mode­los idea­les a Apo­lo y Anti­noo, tan­to un Dios como un hom­bre en la ple­ni­tud de todas sus capa­ci­da­des físi­cas”. Los están­da­res de talla fija­dos por la indus­tria de la con­fec­ción sue­len estar reñi­dos con la diver­si­dad de los cuer­pos. No tene­mos la mis­ma cons­ti­tu­ción, pero aun así tene­mos que entrar en los mis­mos vaque­ros. Estos están­da­res no tie­nen en cuen­ta ni los pechos, ni los dife­ren­tes tama­ños de mus­los, ni las diver­sas minus­va­lías.

La indus­tria ha defi­ni­do un cuer­po están­dar que sir­ve de refe­ren­cia para la con­fec­ción, por lo que los cuer­pos se ven obli­ga­dos a habi­tar el cuer­po ideal de los están­da­res indus­tria­les. Antes de la era indus­trial, la gen­te lle­va­ba ropa a medi­da que podía cam­biar con el tiem­po: ​“El sas­tre debe estu­diar a su mode­lo, como el artis­ta estu­dia a su suje­to”. Lle­va­bas tu ropa y no lo con­tra­rio. Des­de enton­ces hemos meca­ni­za­do el arte de los sas­tres. La for­ma de una cami­se­ta pue­de cam­biar según el tama­ño del pecho, la anchu­ra de los hom­bros o cual­quier otra cosa, pero no debes sen­tir­te mal. Los artícu­los indus­tria­les sue­len estar hechos para ajus­tar­se a cier­tos tipos de cuer­pos y no a todos. Tene­mos que asu­mir nues­tras dife­ren­cias y tra­ba­jar con lo que tene­mos.

En COSH! que­re­mos cam­biar la indus­tria de la moda y la con­fec­ción. Nos gus­ta­ría que se res­pe­ta­ra a los seres huma­nos y al medio ambien­te, pero aún que­da mucho camino por delan­te. Los estu­dios demues­tran que la diver­si­dad y la inclu­sión con­tri­bu­yen a aumen­tar los ingre­sos de la empre­sa y atraen a una clien­te­la más amplia.

Una alternativa positiva

Por suer­te, algu­nos pro­fe­sio­na­les del sec­tor luchan con­tra estas visio­nes poco rea­lis­tas de la belle­za. COSH entre­vis­tó a No Babes, un colec­ti­vo con una nue­va visión que quie­re cam­biar y rom­per esos están­da­res poco rea­lis­tas. ¡Es hora de resis­tir y actuar!

No per­fec­tas, pero mode­los
¡Cono­ce a No Babes ! No Babes ​“es un colec­ti­vo que cues­tio­na los tabúes de todo tipo de for­mas crea­ti­vas, quie­re dar voz a las per­so­nas que a menu­do se que­dan peque­ñas ante los idea­les actua­les de esta socie­dad, y quie­re impul­sar la salud men­tal de los jóve­nes adul­tos”. En No Babes están repre­sen­ta­dos todos los ros­tros de la belle­za. Una par­te del colec­ti­vo es una agen­cia de talen­tos y una aca­de­mia. La agen­cia se espe­cia­li­za en rede­fi­nir la belle­za y la inclu­sión en el sec­tor de la moda y el esti­lo de vida repre­sen­tan­do a mode­los, maqui­lla­do­res y esti­lis­tas: ​“Cree­mos que todos los que se ven en la calle mere­cen una pla­ta­for­ma en el pano­ra­ma mediá­ti­co, y noso­tros con­tri­bui­mos a ello”. La Aca­de­mia ofre­ce talle­res para poner más de relie­ve la diver­si­dad y la inclu­sión.

Pedi­mos a Mor­ga­ne Gie­len, fotó­gra­fa de moda y esti­lo de vida y fun­da­do­ra de No Babes, que nos expli­ca­ra el con­cep­to en profundidad.

¿Pue­de presentarse?

Soy Mor­ga­ne y ten­go 27 años. En 2019, empe­cé como fotó­gra­fa de esti­lo de vida free­lan­ce a tiem­po com­ple­to y un par de meses des­pués empe­cé No Babes como un pro­yec­to volun­ta­rio por­que que­ría mos­trar al mun­do de qué iba y cuá­les eran mis nor­mas y valo­res como fotó­gra­fa. Somos un colec­ti­vo que rompe tabúes y da voz a per­so­nas silen­cia­das. Yo foto­gra­fío a la gen­te y dejo que cuen­ten sus his­to­rias, empe­cé con sesio­nes foto­grá­fi­cas para mi pri­mer libro de fotos y lue­go evo­lu­cio­né hacia este pro­yec­to, pero todo el mun­do pen­sa­ba que esta­ba loca por­que soy joven. Me decían que ​“nece­si­ta­ba expe­rien­cias” y yo decía ​“no”, quie­ro mos­trar al mun­do lo que soy. Orga­ni­cé una expo­si­ción en junio, todo finan­cia­do por crowd­fun­ding, hice pre-pedi­dos de las entra­das y tenía mi libro lis­to. Fue un gran éxi­to. Tuve que qui­tar­le 500 libros a mi edi­tor para ven­der­los yo mis­ma. Me decían que no que­rían correr el ries­go de impri­mir más libros y cubrir todos los cos­tes, ya que yo aún era joven y des­co­no­ci­da. Un año des­pués, casi he ven­di­do todos mis 500 libros, me que­dan 22. Inver­tí 12 000 euros en ello, y con cada libro que ven­do recu­pe­ro mi dine­ro.

Gra­cias a la expo­si­ción y a los libros, No Babes cre­ció. En noviem­bre de 2021, un pro­gra­ma de la tele­vi­sión bel­ga lla­ma­do “#Nofil­ter” de ​“Iede­reen Beroemd” me siguió duran­te los shoo­tings de las mode­los de No Babes. Aho­ra tene­mos un pod­cast lla­ma­do ​“Taboo Talk” don­de con­ta­mos his­to­rias en un for­ma­to más amplio.

En enero de 2022 abrí una agen­cia de mode­los. No for­ma­ba par­te del plan, pero inves­ti­gué mucho. Conoz­co a mucha gen­te estu­pen­da, así que qui­se dar­les opor­tu­ni­da­des en la indus­tria de la moda y no exis­te una agen­cia así en Bél­gi­ca. Una agen­cia así exis­te en nues­tros paí­ses veci­nos, pero nos dimos cuen­ta de que Fran­cia e Ita­lia siguen sien­do bas­tan­te clá­si­cas a la hora de ele­gir modelos.

Por qué el nom­bre ​“No Babes”

El nom­bre sur­gió de una llu­via de ideas con una agen­cia de mar­ke­ting. Inten­ta­ba expli­car que no me gus­ta­ba foto­gra­fiar a las ​“nenas”, las mode­los gua­pas y per­fec­tas. Me gus­tan los ros­tros extra­ños y las his­to­rias que hay detrás de esos ros­tros. Enton­ces alguien dijo: ​“Así que no te gus­ta foto­gra­fiar a las babes, te gus­tan las no babes”. Era exac­ta­men­te eso. Sin embar­go, todo el mun­do es una nena a mis ojos. El ideal de belle­za es tan poco rea­lista que en reali­dad nadie cum­ple esos están­da­res, ni siquie­ra las per­so­nas ​“más bellas”. Las per­so­nas que conoz­co que se acer­can a esos cáno­nes de belle­za son las más inse­gu­ras. Sien­ten la pre­sión de ser per­fec­tas todo el tiem­po y eso no es realista.

¿Por qué es nece­sa­ria No Babes en esta industria?

La agen­cia No Babes es nece­sa­ria por­que la gen­te no se ve en la tele­vi­sión ni en los medios de comu­ni­ca­ción. Al cre­cer, te sien­tes ais­la­do y dis­cri­mi­na­do, y mucha gen­te tie­ne mie­do de cosas que no cono­ce. Que­re­mos hacer de puen­te, com­par­tien­do cono­ci­mien­tos e his­to­rias sobre per­so­nas que nor­mal­men­te no salen a la luz. Que­re­mos crear cone­xio­nes entre dis­tin­tos gru­pos de per­so­nas. Inten­ta­mos conec­tar a la gente.

¿Qué es para ti la body positivity?

No me gus­ta el tér­mino ​“posi­ti­vi­dad cor­po­ral”, pre­fie­ro ​“amor al cuer­po” o ​“acep­ta­ción del cuer­po”. El movi­mien­to de la posi­ti­vi­dad cor­po­ral sur­gió de la comu­ni­dad queer, afro­ame­ri­ca­na y trans, jun­to con el movi­mien­to por los dere­chos de los gor­dos y el movi­mien­to de acep­ta­ción de la gor­du­ra en los años 60 en Nue­va York. Que­ma­ban libros de die­tas en las calles y empe­za­ron este movi­mien­to por­que eran dis­cri­mi­na­dos. Sabien­do eso y vien­do que la gen­te blan­ca uti­li­za este tér­mino, no quie­ro usar­lo. No ten­go nada en con­tra de un movi­mien­to que acep­ta todos los cuer­pos, pero el tér­mino, si nos remon­ta­mos a la his­to­ria, per­te­ne­ce a esta comunidad.

¿Qué des­cu­bri­mien­to le ha sor­pren­di­do más des­de el inicio?

Lo que más me ha sor­pren­di­do des­de el lan­za­mien­to es que la gen­te del sec­tor no se toma­ba en serio nues­tro plan­tea­mien­to. Gas­tan menos dine­ro y tiem­po en nues­tras mode­los. Una mode­lo de talla 36 y 175 cm está con­si­guien­do más tra­ba­jos remu­ne­ra­dos. No paran de pre­gun­tar­me si mis mode­los son gra­tis. Pien­san que la expo­si­ción es sufi­cien­te. Yo sigo dicién­do­les que son pro­fe­sio­na­les. Tam­bién me he dado cuen­ta de que otras agen­cias no están pre­pa­ra­das para el cam­bio. Si una de mis mode­los des­fi­la para ellos, le dedi­can 5 minu­tos y le piden que pier­da peso. Ten­go que recor­dar­les que en el correo elec­tró­ni­co dije espe­cí­fi­ca­men­te que somos una agen­cia inclu­si­va. No que­re­mos que nues­tras mode­los pier­dan peso y que­re­mos repre­sen­tar a todo el mun­do. Es una lucha cons­tan­te depen­dien­do del país para con­se­guir que nues­tras mode­los sal­gan a la luz.

¿Cree que las cosas están cambiando?

Sí, la indus­tria está cam­bian­do, pero len­ta­men­te. Vemos que nues­tras mode­los son con­tra­ta­das y que hay cam­pa­ñas más inclu­si­vas, lo cual es estu­pen­do. Me encan­ta, pero hay un gru­po de agen­cias que lo hacen por­que es una ten­den­cia y otro gru­po que real­men­te quie­re ver cam­bios. Aun­que algu­nos ten­gan malas inten­cio­nes, es un paso en la direc­ción correcta.

En resumen:

Que­re­mos que toda la indus­tria de la moda sea más eco-res­pon­sa­ble y éti­ca, por eso que­re­mos des­ta­car las bue­nas alter­na­ti­vas e ins­pi­rar a otros. La indus­tria de la moda nece­si­ta más mode­los, más tallas, más diver­si­dad y más inclu­sión. La socie­dad está cam­bian­do y la indus­tria de la moda tie­ne que seguir­le el rit­mo y no al revés.

Refe­ren­cias:

- https://www.universalis.fr/encyclopedie/mode-histoire-et-composantes/2‑pret-a-porter/

- https://​www​.iso​.org/​a​b​o​u​t​-us.h…

- https://​en​.wiki​pe​dia​.org/​wiki/…

- https://halshs.archives-ouvert…

- https://​fashio​nu​ni​ted​.fr/​actua…

- Fule­rand-Antoi­ne Bar­de, Trai­té ency­clo­pé­di­que de l’art du tai­lleur, Paris, Chez l’auteur, 1834, p. 57 – 60, p. 85 et p. 141.

- Van­dael, Manuel théo­ri­que et pra­ti­que du tai­lleur…, Paris Roret, 1833, p. 137 – 139.