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La ropa de baño, las toa­llas y los albor­no­ces se fabri­can éti­ca­men­te en la India, en fábri­cas con cer­ti­fi­ca­ción SA8000 de Res­pon­sa­bi­li­dad de Cum­pli­mien­to Social, que res­pe­tan los dere­chos de los tra­ba­ja­do­res. Todas las fábri­cas res­pe­tan las nor­mas y el códi­go de con­duc­ta de la OIT (Ofi­ci­na Inter­na­cio­nal del Trabajo).

La fábri­ca de ropa de cama está situa­da en la pro­vin­cia de Ben­ga­la Occi­den­tal, en el nor­te de la India. Esta fábri­ca fue una de las pri­me­ras fábri­cas indias ‑hace 15 años- en obte­ner la cer­ti­fi­ca­ción GOTS y comer­cia­li­zar algo­dón orgá­ni­co. A dife­ren­cia de otras fábri­cas, cada pro­duc­to se com­prue­ba a mano para garan­ti­zar la máxi­ma cali­dad de tu ropa de cama y tus man­tas. Para las man­tas, Kala­ni tra­ba­ja con una fábri­ca situa­da en la pro­vin­cia de Uttar Pra­desh, en el nor­te de la India. Esta fábri­ca cer­ti­fi­ca­da eco­ló­gi­ca y de comer­cio jus­to está espe­cia­li­za­da en teji­dos de pun­to para espon­jas, plaids y jer­séis. La últi­ma colec­ción de Toa­llas de Lujo lan­za­da al mer­ca­do está hecha de algo­dón orgá­ni­co y 100% fabri­ca­do en Bél­gi­ca.

Eco­ló­gi­co y de comer­cio justo

Kala­ni te ofre­ce ropa de baño, fun­das de almoha­da, fun­das de cama, albor­no­ces, toa­llas de baño y alfom­bras de baño de algo­dón 100% eco­ló­gi­co y de comer­cio jus­to. El año pasa­do, la mar­ca tam­bién amplió su ofer­ta con una colec­ción de ropa de estar por casa que cons­ta de cómo­das suda­de­ras con capu­cha, cami­se­tas, pan­ta­lo­nes de chán­dal y ves­ti­dos de noche. Todos los pro­duc­tos están hechos para durar y son fáci­les de usar. Gra­cias a la sua­vi­dad y alta cali­dad de las fibras y el teji­do, no es nece­sa­rio plan­char (o plan­char poco).

La ropa de hogar Kala­ni está fabri­ca­da con algo­dón 100% orgá­ni­co cer­ti­fi­ca­do GOTS por Eco­cert Green­li­fe. Ambos garan­ti­zan el están­dar más alto del mer­ca­do. En la pro­duc­ción de tus albor­no­ces, toa­llas y fun­das nór­di­cas no se uti­li­zan pro­duc­tos quí­mi­cos arti­fi­cia­les, mate­ria­les tóxi­cos ni OMG. ¿El resul­ta­do? Un sue­lo sano, una rica bio­di­ver­si­dad, sin sus­tan­cias quí­mi­cas tóxi­cas en el medio ambien­te, y unos tra­ba­ja­do­res res­pe­ta­dos y jus­ta­men­te remu­ne­ra­dos. El algo­dón con cer­ti­fi­ca­ción GOTS se reco­ge y pro­ce­sa de for­ma segu­ra. Todos los pro­duc­tos Kala­ni cum­plen la nor­ma REACH, que te garan­ti­za que no se han uti­li­za­do mate­ria­les tóxi­cos. La nor­ma garan­ti­za la segu­ri­dad de los tra­ba­ja­do­res tex­ti­les, del medio ambien­te y de tu familia.

El cul­ti­vo con­ven­cio­nal del algo­dón requie­re muchos fer­ti­li­zan­tes y pes­ti­ci­das. Estos pro­duc­tos quí­mi­cos arti­fi­cia­les pro­ce­den del petró­leo, por lo que con­ta­mi­nan el medio ambien­te. Para 1 kg de algo­dón con­ven­cio­nal se nece­si­tan 3 kg de pro­duc­tos quí­mi­cos arti­fi­cia­les. Por suer­te, éste no es el caso de Kalani.

Velas sos­te­ni­bles

Kala­ni te ofre­ce cera de soja 100% eco­ló­gi­ca, hecha a mano en Bru­se­las. Las velas des­pren­den un fres­co olor a flo­res de algo­dón pro­ce­den­tes de acei­te eco­ló­gi­co pro­du­ci­do en Fran­cia. Con la vela Kala­ni, te invi­ta­rán a dis­fru­tar de una vela­da tran­qui­la y acogedora. 

Las velas de cera de soja arden una media de 2 veces más que las velas nor­ma­les. La cera de soja se fabri­ca a par­tir del acei­te de las habas de soja, por lo que tam­bién es un mate­rial vege­tal. Kala­ni sólo uti­li­za habas de soja sin OMG para sus velas. Gra­cias a una cade­na de sumi­nis­tro cor­ta, pue­den redu­cir sus emi­sio­nes de CO2.

¿Sabías que para eti­que­tar el pro­duc­to como ​“vela de soja” no es nece­sa­rio fabri­car toda la vela con soja? Por tan­to, los demás mate­ria­les tam­bién pue­den con­te­ner para­fi­na con­ta­mi­nan­te o acei­te de pal­ma, que es mucho más bara­to. Así que eli­ge siem­pre velas 100% de soja, como las de Kalani. 

Trans­por­te y embalaje

Los pro­duc­tos se envían en cajas de car­tón reci­cla­do y reci­cla­ble. Los hue­cos del inte­rior de las cajas se relle­nan con retor­ci­dos de papel reci­cla­do. Las fun­das nór­di­cas y las fun­das de almoha­da se empa­que­tan en una boni­ta bol­sa de algo­dón, que pue­des reuti­li­zar para guar­dar las sába­nas en el arma­rio, pro­te­ger la ropa inte­rior o sepa­rar los zapa­tos en una maleta.

Kala­ni ha medi­do el impac­to de la ropa de cama eco­ló­gi­ca, en com­pa­ra­ción con el algo­dón con­ven­cio­nal. Al uti­li­zar úni­ca­men­te algo­dón eco­ló­gi­co con cer­ti­fi­ca­ción GOTS, Kala­ni ha

• redu­ci­do en un 100% el uso de pes­ti­ci­das y fer­ti­li­zan­tes sintéticos

• dis­mi­nui­do el con­su­mo de agua en un 96%. Las fábri­cas de la India están situa­das en un cli­ma llu­vio­so, por lo que no es nece­sa­rio el rie­go humano para cul­ti­var el algodón. . 

• aho­rra­do un 6% de pro­duc­ción de energía 

• aho­rra­do un 6% de emi­sio­nes de CO2 

Para cada pro­duc­to de la pági­na web de Kala­ni pue­des cal­cu­lar cuán­ta ener­gía, agua y emi­sio­nes de CO2 has aho­rra­do al ele­gir algo­dón orgá­ni­co. Una for­ma estu­pen­da de ver inme­dia­ta­men­te tu impac­to en el pla­ne­ta com­pran­do conscientemente.

Aun­que par­te de su pro­duc­ción tie­ne lugar en Bél­gi­ca y Fran­cia, Kala­ni sigue tenien­do una cade­na de sumi­nis­tro más lar­ga, con cen­tros de pro­duc­ción en India y Ban­gla­desh. Para mini­mi­zar el trans­por­te, la mar­ca tra­ba­ja con fábri­cas del mis­mo país don­de se cul­ti­va el algo­dón. Ade­más, cada fábri­ca se encar­ga de la pro­duc­ción de prin­ci­pio a fin, por lo que los dis­tin­tos tipos de pro­duc­tos son ela­bo­ra­dos por dis­tin­tos fabricantes.

Todos los artícu­los kala­ni, velas, albor­no­ces, toa­llas, fun­das y fun­das de almoha­da tie­nen un cer­ti­fi­ca­do ​“apro­ba­do por vega­nos”. De este modo pue­des estar segu­ro de excluir todos los ingre­dien­tes de ori­gen ani­mal de tu baño y dor­mi­to­rio. El uso de prác­ti­cas de agri­cul­tu­ra eco­ló­gi­ca para el algo­dón tam­bién aumen­ta la bio­di­ver­si­dad local. 

Sólo la ropa de cama con­tie­ne mate­ria­les ani­ma­les, con­cre­ta­men­te plu­món. Las almoha­das y los edre­do­nes están relle­nos de plu­món de pato blan­co fran­cés pro­ce­den­te de gran­jas loca­les. Kala­ni sólo tra­ba­ja con plu­món cer­ti­fi­ca­do Down­pass, un cer­ti­fi­ca­do que com­prue­ba las con­di­cio­nes de vida de los ani­ma­les, para garan­ti­zar que el mate­rial se obtie­ne en con­di­cio­nes res­pe­tuo­sas con los animales.

Kala­ni se dedi­ca a tra­ba­jar con telas teji­das a 300tc (300 hilos): esta can­ti­dad ofre­ce la mejor 

rela­ción de lon­ge­vi­dad a los pro­duc­tos de lujo. De hecho, uti­li­zar algo­dón de fibra lar­ga, como el que uti­li­za Kala­ni para sus pro­duc­tos, per­mi­te obte­ner sua­vi­dad y resis­ten­cia duran­te más tiem­po. Garan­ti­za­rá la lon­ge­vi­dad de tus sua­ves toa­llas y sába­nas. El algo­dón dura más que otros teji­dos (por ejem­plo, las toa­llas de bam­bú) y, ade­más, el algo­dón es más fácil­men­te reci­cla­ble. Sobre todo si está hecho de un solo mate­rial, como aquí en Kala­ni. Los artícu­los mono­ma­te­ria­les puros pue­den vol­ver al ciclo sin reci­cla­je mecá­ni­co ni reci­cla­je químico.

Kala­ni’s te ofre­ce ropa de cama en muchos teji­dos dife­ren­tes, todos ellos pro­por­cio­nan­do dis­tin­tas expe­rien­cias sen­so­ria­les. Écha­les un vis­ta­zo aquí abajo:

• El satén de algo­dón es el lujo supre­mo, la cali­dad de teji­do más sua­ve y cáli­do, sin ser dema­sia­do calu­ro­so en verano.

• El per­cal de algo­dón repre­sen­ta la cali­dad hote­le­ra y es una alter­na­ti­va al algo­dón satinado.

• El Jer­sey Pre­mium es muy sua­ve, y se uti­li­za mucho para sába­nas bajeras.El Jer­sey Pre­mium te hará sen­tir como si dur­mie­ras con tu cami­se­ta favorita.

• Para los plaids se uti­li­za el pun­to de cable plano.

Kala­ni es trans­pa­ren­te sobre su cer­ti­fi­ca­ción, sus pro­vee­do­res y sus cos­tes gene­ra­les. A tra­vés de la tabla de pre­cios de su sitio web obtie­nes una visión gene­ral de cuán­to cues­ta pro­du­cir sus sua­ves teji­dos de lujo. La mar­ca tam­bién tie­ne en cuen­ta los cos­tes eco­ló­gi­cos y socia­les de su producción.