Becksöndergaard no es propietaria de ninguna fábrica, pero su máxima prioridad es establecer relaciones comerciales a largo plazo con sus proveedores para mejorar y promover el cumplimiento de las políticas de responsabilidad corporativa de la marca sobre condiciones de trabajo dignas. Se esfuerzan por comunicar la importancia y el valor de trabajar con derechos humanos y laborales. Dicho esto, no han declarado sus políticas de responsabilidad corporativa en el sitio web.
Las instalaciones de producción de los proveedores de esta marca se encuentran en China, India, Turquía e Italia, lo que, teniendo en cuenta que la oficina principal se encuentra en Dinamarca, debe ser difícil comprobar personalmente con regularidad las condiciones de trabajo de estas instalaciones.
Becksöndergaard trabaja con muchas fibras naturales, como algodón, seda y lana, incluida lana de alpaca. Tienen muchos productos 100% algodón, y algunos incluso 100% algodón orgánico, aunque no se indican las certificaciones. También trabajan con distintos tipos de piel, como ante de cabra, piel de cordero, piel de anguila y piel de vaca.
También trabajan con muchos materiales sintéticos, como poliéster y poliuretano principalmente, siendo muchos de estos productos monomateriales; y otros productos de mezclas sintéticas con viscosa, nailon, elastano y poliamida. También tienen algunos productos que contienen poliéster y poliuretano reciclados. Aunque la naturaleza monomaterial de los productos es buena para la reciclabilidad, el gran porcentaje de uso de material sintético es perjudicial para el medio ambiente en cuanto a liberación de microplásticos y no biodegradabilidad.
No se menciona el porcentaje de uso de materiales alternativos sostenibles en su colección, pero un vistazo rápido muestra que hay muy pocas prendas que utilicen materiales orgánicos o reciclados.
Tienen unos pocos productos que supuestamente tienen el certificado Oeko-Tex, que garantiza que el textil de esas prendas es químicamente seguro y no causa daños a los productores ni a los usuarios. Sin embargo, no se proporciona la prueba de la certificación. Aunque en el sitio web sólo aparecen algunos de estos productos, afirman trabajar en conjunto con una lista de sustancias químicas prohibidas que todos los proveedores deben firmar y cumplir. Esta lista se basa en el reglamento REACH de la UE sobre sustancias químicas, y su trabajo se valida con pruebas realizadas por terceros externos (cuyos nombres no se mencionan).
Esta marca contiene muchos productos monomateriales, especialmente de algodón, poliéster y poliuretano. Esto hace que los productos sean más fáciles de reciclar al final de su uso. Sin embargo, muchos productos también contienen altos porcentajes de mezclas de fibras sintéticas, lo que dificulta su posterior reciclaje.
Las instalaciones de producción de los proveedores de Becksöndergaard están en China, India, Turquía e Italia, su oficina está en Dinamarca y envían sus productos a todo el mundo. No se dice nada sobre el transporte de los productos, pero la longitud de la cadena comunica la distancia del transporte y sus posibles elevadas emisiones de carbono.
La longitud de la cadena también dificulta a la marca el seguimiento de la ética y la sostenibilidad de la producción.
La marca, junto con los proveedores, promueve el bienestar animal y la trazabilidad. No aceptan la lana de mulesing, la lana de angora, el uso de animales que figuren en listas de especies en peligro de extinción, y sólo utilizan pieles de anguila que sean subproductos de la industria alimentaria. Aunque esto se especifica, no se dice nada sobre los otros tipos de productos animales que utilizan en sus prendas, ni se indica ninguna certificación, ni se enumeran las fuentes de los productos.
Becksöndergaard crea productos únicos y duraderos utilizando seda y lana, que son fibras duraderas. Sus diseños son atemporales, teniendo en cuenta que los accesorios pueden usarse sin límite de temporada. Sin embargo, la marca no proporciona consejos de cuidado, ni medios de reparación o reciclaje para ninguna de sus prendas.
Becksöndergaard ofrece un poco de transparencia a través de la narración de historias, pero les queda mucho camino por recorrer en este sentido. Mencionan a menudo la sostenibilidad y la trazabilidad, pero no proporcionan ninguna certificación ni una verdadera trazabilidad de sus materiales o actividades.
Tienen una página dedicada a la sostenibilidad, pero es difícil de localizar en el sitio web para los consumidores y hay que hacer una búsqueda aparte en Google, y una vez encontrada sigue careciendo de mucha información.
Conclusión
Si buscas accesorios divertidos y bonitos para realzar tu atuendo, echa un vistazo a Becksöndergaard.