30 septiembre 2024
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¿Cómo evitar el calentamiento global?
El Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra anualmente el 5 de junio, es un aviso colectivo de nuestra responsabilidad de proteger y regenerar nuestra línea de vida y madre: La Tierra. Detener el colapso medioambiental requiere cooperación internacional, voluntad política y acción colectiva a todos los niveles, desde los individuos hasta los gobiernos y las empresas. Establecido por las Naciones Unidas en 1972, este día fomenta la proactividad unida y la concienciación sobre la destrucción medioambiental a la que nos enfrentamos.
La publicación del reciente informe de la CIPF presenta pruebas innegables de que los ecosistemas de la Tierra están sometidos a graves tensiones. Pruebas fehacientes sugieren que se están acercando a puntos de inflexión potenciales, que podrían culminar en una batalla por la supervivencia. El colapso climático, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la contaminación y otros problemas medioambientales contribuyen a este escenario apocalíptico.
Los científicos calculan que la tasa actual de extinción de especies es entre cientos y miles de veces superior a la tasa de extinción natural de fondo. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), hasta un millón de especies corren peligro de extinción en las próximas décadas si no actuamos. Esto compromete inadvertidamente nuestro futuro colectivo.
Venecia (Italia) se enfrenta a la subida del nivel del mar y a su posible sumersión y, por tanto, a la desaparición de su patrimonio cultural. El Parque Nacional de Doñana, en España, lucha contra la agricultura insostenible y la extracción de agua. Y la cuenca del Danubio sufre la contaminación y la degradación de su hábitat. El Cuerno de África sigue sumido en una sequía implacable, la peor en cuatro décadas. En India, otra ola de calor récord paralizó el país en abril, acercándolo a los límites de la supervivencia entre especies.
<em>43.000 personas murieron en 2022 debido a la sequía que causó hambruna en el Cuerno de África.</em> Organización Mundial de la Salud
El tema del Día Mundial del Medio Ambiente de este año es “Soluciones a la contaminación por plásticos”. Se invita a los ciudadanos y gobiernos de la Tierra a imaginar y manifestar un futuro planetario sin contaminación por plástico.
El tema de este año destaca la importancia de las soluciones innovadoras y basadas en la naturaleza para hacer frente a la degradación medioambiental radicalmente progresiva provocada por la contaminación plástica. Reimaginar nuestra relación con los plásticos de un solo uso y las fibras plásticas implica cuestionar los sistemas existentes, promover tecnologías sostenibles y defender políticas que den prioridad a los materiales compostables.
Los combustibles fósiles y la destrucción del hábitat que conllevan deben vincularse directamente a los plásticos para concienciar a los consumidores. Esto aceleraría la implantación global de materiales alternativos y fomentaría la circularidad respecto al plástico existente.
Desde los años 50, nuestra producción anual de plásticos no ha dejado de aumentar, siendo el norte global una fuerza motriz. Nuestra producción acumulada de polímeros, fibras sintéticas y aditivos fue de 8300 millones de toneladas. Desglosado, el resultado es:
2500 millones de toneladas (30 %) de plásticos primarios seguían utilizándose en 2015;
4600 millones de toneladas (55 %) fueron directamente al vertedero o se desecharon;
700 millones de toneladas (8 %) se incineraron;
500 millones de toneladas (6 %) se reciclaron (100 millones de toneladas de plástico reciclado se siguieron utilizando; 100 millones de toneladas se incineraron posteriormente; y 300 millones de toneladas se desecharon o enviaron al vertedero).
<em>Desde los años 50, el 55% de los plásticos producidos iban directamente al vertedero o se desechaban.</em> Our world in Data
De los 5800 millones de toneladas de plástico primario que ya no se utilizan, sólo se ha reciclado el 9% desde 1950. Esto exige drásticamente una revolución de la accesibilidad al reciclaje y la cooperación internacional para mantener la circularidad de los plásticos y evitar el “downcycling” el mayor tiempo posible.
Aunque la mayor parte del plástico que acaba en el océano procede de ríos situados en países de renta media-baja, los países de renta alta generan las mayores cantidades de residuos por persona. Sin embargo, pueden acceder a sistemas e infraestructuras de gestión de residuos mucho más eficaces. Esto deja a los que no tienen medios luchando para hacer frente a los efectos perjudiciales de la contaminación por plásticos.
Países como Indonesia, Tailandia, Malasia y Filipinas se vieron inundados por residuos plásticos importados, al no recibir fondos para establecer suficientes instalaciones de reciclaje o gestión. En África, las industrias textiles de Nigeria y Ghana se hundieron debido a la ropa de segunda mano que llegaba en miles de fardos diarios. Éstas comprometían en su mayoría prendas sintéticas de baja calidad no aptas para la reventa. Los innumerables artículos sin vender causan estragos en el medio ambiente, provocando problemas de salud e incluso la muerte. Además, la quema de montañas textiles libera toxinas peligrosas, y quienes transportan y venden fardos sufren deterioro óseo y lesiones medulares.
Aunque los gobiernos y las organizaciones son fundamentales para impulsar el cambio medioambiental, principalmente mediante la aplicación legislativa, las acciones individuales pueden contribuir colectivamente a transformaciones significativas. Tomar decisiones sostenibles puede marcar una diferencia tangible, no sólo en nuestra vida cotidiana. Pueden crear un efecto dominó a nivel social. Consumiendo recursos y bienes de forma consciente, reduciendo los residuos, reciclando y adoptando prácticas respetuosas con el medio ambiente, podemos ayudar a dirigir la economía hacia un futuro sostenible.
Esta acción transformadora puede observarse a todos los niveles, desde la prohibición de las bolsas de plástico que han implantado países como Kenia, Ruanda y Bangladesh, hasta las certificaciones éticas y de comercio justo o el movimiento de residuos cero. Estos ejemplos ponen de relieve cómo las acciones individuales, las elecciones y la defensa han influido en los comportamientos, las industrias y las decisiones políticas.
<em>Tomar decisiones individuales sostenibles en nuestra vida cotidiana crea un efecto dominó a nivel social. </em> COSH! Conscious Shopping Made Easy
También podemos conseguirlo en relación con la crisis del plástico. Por ejemplo, podemos optar por productos y bienes no envasados, fibras naturales para la ropa, y reutilizar, volver a llevar y reparar siempre que sea posible. Además, instalar filtros de lavadora o bolsas de lavado especiales para las prendas de fibra de plástico evita que las microfibras entren en los cursos de agua.
El Día Mundial del Medio Ambiente es una invitación y una oportunidad ideales para abordar el problema del analfabetismo medioambiental. Esto incluye oportunidades y actividades educativas que promuevan el pensamiento sistémico, el conocimiento interdisciplinar, la ética y la administración medioambientales, y la responsabilidad y la capacitación individuales. Adquiriendo y compartiendo estas habilidades vitales, podemos sentar las bases para allanar un nuevo camino hacia un futuro planetario que pueda sostenernos a nosotros y a todos los seres.
Además, nuestros problemas medioambientales trascienden las fronteras y exigen una colaboración mundial inmediata para abordar retos complejos y entrelazados. Entre ellos se encuentran el conflicto Norte-Sur, la escasez y distribución de los recursos naturales, la desigualdad de género y la justicia intergeneracional e intrageneracional, por nombrar algunos.
La industria de la moda es uno de los sectores más perjudiciales para el medio ambiente hasta ahora. Contribuye a la contaminación generalizada, al agotamiento de los recursos y a la explotación de personas y animales.
Este mes Greenpeace recopiló imágenes por satélite que relacionaban a Royal Golden Eagle, el mayor productor mundial de viscosa, con fábricas indonesias de pasta de madera. Éstas habían talado 37.105 hectáreas o aproximadamente 51.923 campos de fútbol de selva tropical natural en la isla de Borneo, en Kalimantan (Indonesia).
<em>La demanda de viscosa es responsable de la tala de 37.105 hectáreas o aproximadamente 51.923 campos de fútbol de selva tropical natural en la isla de Borneo, en Kalimantan (Indonesia).</em> Greenpeace
Sin embargo, en medio de esta cruda realidad, la concienciación ha aumentado drásticamente y el impulso para el cambio se ha acelerado de forma significativa. Como resultado, la anterior indiferencia constante y la incapacidad de la industria para cambiar y convertirse en una fuerza creativa para el bien parecen estar cambiando. “El cambio climático es un problema mundial. La industria de la moda tiene el poder de ser una solución global”, afirmó Eva Kruse, directora general de Global Fashion Agenda. Esto exige una aplicación global de las normativas gubernamentales.
Varios países europeos han dado pasos importantes en la aplicación de legislación para frenar las prácticas destructivas para el medio ambiente de la industria de la moda. Suecia, por ejemplo, encabeza las iniciativas de moda sostenible a través de la “Iniciativa Textil Sueca para la Acción Climática”. Francia ha prohibido destruir la ropa no vendida y ha introducido programas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que promueven la transparencia y la responsabilidad. Alemania apoya la producción textil sostenible mediante sistemas de etiquetado y financiación de la investigación. Dinamarca promueve activamente la circularidad a través de la Asociación de Moda Circular, mientras que Holanda hace hincapié en el etiquetado ecológico y los textiles circulares. Italia se centra ahora en reducir las sustancias químicas peligrosas y apoya los procesos de producción sostenibles.
¿La nueva prohibición significará que se fabricará un 55% menos de productos de plástico? ¿Cuál será el impacto en el mercado laboral? ¿Se quedarán muchos sin trabajo de repente? Si es así, ¿significará que las personas que queden tendrán más probabilidades de cobrar un salario justo o la demanda de puestos de trabajo, desinflará el precio de la mano de obra?
En COSH! nos gusta reflexionar y analizar los efectos que tendrán las nuevas medidas legislativas. Tenemos curiosidad por saber cómo “desaparecerá” de repente el 55% actual de plásticos que no se utilizan y acaban incinerados o en vertederos, en relación con la nueva prohibición de la UE de destruir los productos no vendidos.
¿La nueva prohibición significará que se fabricará un 55% menos de productos de plástico? ¿Cuál será el impacto en el mercado laboral? ¿Se quedarán muchos sin trabajo de repente? Si es así, ¿significará que las personas que queden tendrán más probabilidades de cobrar un salario justo o la demanda de puestos de trabajo, desinflará el precio de la mano de obra?
Por un lado, oímos a los minoristas hablar de un 30% menos de ventas en las tiendas, lo que se traduce en menores pedidos para las próximas temporadas. En segundo lugar, con la entrada en vigor de la prohibición de destruir los productos no vendidos, habrá que incentivar a las fábricas para que produzcan menos. Por lo tanto, el precio por producto producido aumentará en última instancia, ya que los presupuestos se reducen debido al menor número de productos. ¿Cómo afectará esto a los trabajadores de la confección?
Por suerte, esta semana el Parlamento Europeo votó a favor de un proyecto de ley, la “Corporate Sustainability Due Diligence Directive” (Directiva sobre Diligencia Debida en la Sostenibilidad Empresarial). En él se esbozan las responsabilidades de las empresas respecto a los derechos humanos y el medio ambiente. Esta pieza legislativa es potencialmente una directiva histórica que obliga a la mayoría de las empresas a replantearse y reestructurar sus prácticas empresariales. Dado que la mayoría de las cadenas de valor de las empresas de moda de la UE presentan estructuras extraterritoriales poco transparentes y complejas, este nuevo proyecto de ley obligaría a una reestructuración dolorosa pero necesaria y exigiría el cumplimiento de la rendición de cuentas.
Los avances se están acelerando, pero algunos ámbitos de la producción de moda podrían beneficiarse de una legislación más estricta: regulación química, fomento de materiales sostenibles y no sintéticos, restricción de las fibras de combustibles fósiles e incentivación activa de los métodos de producción circular. Esto podría impulsar radicalmente la transición de la industria hacia una sostenible. La industria de la moda ocupa el segundo lugar como generadora de residuos plásticos y el tercero como productora de plástico. En correlación con las aleccionadoras estadísticas, el tema del Día Mundial del Medio Ambiente de este año ilustra el dilema de la industria. Exige la necesaria e inmediata reducción de las fibras de plástico y su integración en un modelo circular. Por desgracia, una táctica popular de lavado verde, el “downcycling” de las botellas de PET a fibras textiles, impide que los plásticos permanezcan dentro de la economía circular durante mucho más tiempo. Esto también aumenta el desprendimiento de microfibras y la contaminación plástica.
Al conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, debemos reconocer la urgencia del cambio. Los gobiernos, las empresas y los individuos deben colaborar y actuar de acuerdo con sus promesas de promover prácticas sostenibles. Por ejemplo, la aplicación de una mayor legislación en la industria de la moda crearía una mayor responsabilidad respecto a la contaminación del agua, el uso de productos químicos y los derechos de los trabajadores. Además, los países deben invertir en infraestructuras resistentes y de bajas emisiones, y apoyar y financiar colaboraciones internacionales para hacer frente a los crecientes retos medioambientales.
Si no abordamos activamente las complejidades de la crisis climática, no sólo nos arriesgamos a la destrucción de nuestro hábitat. Nos enfrentamos inadvertidamente a pérdidas económicas sustanciales en todos los sectores. Esto significaría una amenaza global para la seguridad alimentaria, desplazamientos y migraciones masivas, competencia por los recursos naturales que provocaría el colapso de la seguridad nacional, y una sobrecarga de nuestros sistemas sanitarios. Ante tantas razones abrumadoras que exigen una reimaginación, recreación y restauración urgentes, debemos celebrar este Día Mundial del Medio Ambiente como catalizador del cambio. Debemos trabajar por un futuro sostenible, libre de contaminación plástica y de afirmación de la vida para todos.
Comienza aquí tu viaje hacia los residuos cero.
Más información sobre la economía circular en el sector de la moda aquí.
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