5 razones para introducir ropa de segunda mano en tu armario

Las ventajas de la moda de segunda mano

La com­pra de segun­da mano es cada vez más popu­lar. Una inves­ti­ga­ción de la Fun­da­ción MacArthur pre­di­ce que en 2029 el mer­ca­do de segun­da mano será casi el doble de gran­de que la indus­tria de la moda rápi­da. Y hay bue­nas razo­nes para ello. ¿Toda­vía dudas de si la ropa de segun­da mano es algo para ti? Enton­ces qui­zá estas ven­ta­jas te convenzan.

1. La ropa de segunda mano es buena para el medio ambiente

¿Sabes cuán­tas emi­sio­nes de CO2 pue­des aho­rrar de media con una com­pra de segun­da mano?

Según cálcu­los rea­li­za­dos en el Rei­no Uni­do, el sec­tor de la segun­da mano redu­ce las emi­sio­nes de CO2 en 10.072 tone­la­das anua­les. Por­que cuan­do sus­ti­tu­yes una com­pra nue­va por una pie­za de segun­da mano, no hay que fabri­car nin­gu­na pren­da nue­va. Esto sig­ni­fi­ca que se extraen menos mate­rias pri­mas valio­sas de la tie­rra, se redu­ce el mon­tón de resi­duos tex­ti­les y se libe­ran menos com­bus­ti­bles fósi­les a la atmós­fe­ra. En con­cre­to, con cada com­pra de segun­da mano aho­rras una media de 1 kg de resi­duos, 3.040 litros de agua y 22 kg de CO2.

2. La ropa de segunda mano reduce los residuos

¿Sabías que cada segun­do se tira o se que­ma un camión de ropa con pro­duc­tos tex­ti­les? Como resul­ta­do, se pier­de anual­men­te un valor esti­ma­do de 500.000 millo­nes de dóla­res. Por­que la ropa ape­nas se usa y rara vez se reci­cla.

La indus­tria de la moda rápi­da garan­ti­za una enor­me pro­duc­ción de ropa de baja cali­dad. Como resul­ta­do, la pila de resi­duos tex­ti­les sigue cre­cien­do. Si nada cam­bia, la indus­tria de la moda con­su­mi­rá una cuar­ta par­te del pre­su­pues­to mun­dial de car­bono en 2050. 

La indus­tria de segun­da mano ofre­ce una res­pues­ta al actual mode­lo lineal en el que la pro­duc­ción de ropa nue­va gene­ra tone­la­das de resi­duos y alar­ga la vida útil de las pren­das. Como resul­ta­do, ¡menos ropa aca­ba en el vertedero!

3. La ropa de segunda mano crea empleo social

Las cade­nas de segun­da mano éti­cas, como De Kring­win­kel u Oxfam, ofre­cen pues­tos de tra­ba­jo ade­cua­dos a per­so­nas que tie­nen pocas opor­tu­ni­da­des en el mer­ca­do labo­ral ordi­na­rio. Gra­cias al empleo social, estas per­so­nas adquie­ren expe­rien­cia y una pers­pec­ti­va de futuro.

4. La ropa de segunda mano es única

Com­prar ropa de segun­da mano es como bus­car un teso­ro. Lle­va un poco más de tiem­po encon­trar una pren­da ade­cua­da. Pero si bus­cas bien, te verás recom­pen­sa­do con hallaz­gos úni­cos. Pue­des estar segu­ro de que tus cole­gas o ami­gos no encon­tra­rán las mis­mas pren­das. Ade­más, ¡la ropa vin­ta­ge tam­bién está de moda! 

¿Quie­res desa­rro­llar un esti­lo de ves­tir úni­co? Enton­ces, ¡las com­pras de segun­da mano son la opción ideal para ti!

5. Comprar en tiendas de segunda mano puede ahorrarte dinero

Com­prar en tien­das de segun­da mano tam­bién es una opción inte­li­gen­te, ¡por­que pue­des aho­rrar mucho dine­ro! ¿Quie­res encon­trar ropa de cali­dad a un pre­cio más bajo? Enton­ces, sin duda, mere­ce la pena ir a bus­car en una tien­da de segun­da mano.

¿Es la ropa de segunda mano una opción sostenible? 

A pri­me­ra vis­ta, com­prar ropa de segun­da mano es sin duda una opción sos­te­ni­ble y éti­ca. Pero cui­da­do, por­que este sec­tor se enfren­ta a varios retos éti­cos y eco­ló­gi­cos. A medi­da que el sec­tor de la ropa de segun­da mano adquie­re una cuo­ta de mer­ca­do cada vez más impor­tan­te, es impor­tan­te que asu­ma real­men­te estos retos. ¿Quie­re saber más? Enton­ces no deje de leer aquí.

¿Quie­re des­cu­brir tien­das de segun­da mano éti­cas a tra­vés de COSH? Eche un vis­ta­zo a nues­tra guía de compras

Des­cu­bre la guía de compra

Aprende más sobre este tema:

¿Qué ocu­rre con los resi­duos tex­ti­les de la indus­tria de la moda?

¿Dón­de donar tex­ti­les de for­ma responsable?

¿Cómo se reci­cla la ropa?

Las cade­nas de sumi­nis­tro de famo­sas tien­das de segun­da mano en Bélgica

El rol de la UE en el camino hacia una eco­no­mía circular 

Ropa de segun­da mano: ¿ten­den­cia o necesidad?

Inter­cam­bio y alqui­ler de ropa