6 junio 2024
Esta fue la inauguración de COSH! x Conscious Fashion Store en Berlín
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Algunas personas prefieren el calor de la lana, otras las blusas de algodón transpirable o los delicados vestidos de seda. Pero, ¿cuál es el impacto medioambiental de su elección de material?
COSH! inició un amplio estudio sobre materiales sostenibles, que pondremos en marcha a lo largo de 2021 para cada material. Descubra a continuación una breve introducción de los diferentes tipos de materiales, y cómo lo hicimos.
Cada año se producen en el mundo 107 millones de toneladas de fibras de vestir. Una comparación: en términos de peso, esto es el doble de la producción anual de todo el pescado y el marisco del mundo o tanto como 2 millones de elefantes juntos.
El material más utilizado en todo el mundo es el poliéster, seguido del algodón y las fibras artificiales de celulosa (MMCF), como la viscosa, el rayón, el lyocell, el modal y el cupro. Estas fibras son artificiales, pero tienen un origen vegetal.
Los materiales naturales como la lana, el lino y el algodón tienen un origen en la naturaleza. Los materiales sintéticos, como la poliamida, el poliéster y el elastano, no tienen un origen natural, sino que se fabrican a partir de combustibles fósiles, por lo que emiten grandes cantidades de CO2 al aire. Estos materiales sintéticos contendrán, por tanto, microplásticos, que serán perjudiciales para los seres humanos y los animales cuando se descompongan. Pero también hay materiales artificiales “de origen vegetal”. En esta categoría se incluyen las fibras de origen vegetal que se procesan mecánica o químicamente en gran medida para fabricar las fibras de los tejidos.
Estos materiales vegetales, como el bambú, la viscosa y el lyocell, pueden tener un origen natural, pero eso no los hace necesariamente más sostenibles. A menudo utilizan grandes cantidades de agua, fertilizantes y pesticidas para su cultivo, así como para su procesamiento. Descubre nuestra explicación de cada material para separar el trigo de la paja.
Para comparar la contaminación de los materiales, muchas empresas utilizan el Índice de Higg. Esta conocida herramienta de comparación de materiales ofrece una visión general de las emisiones de CO2, el consumo de agua y las sustancias químicas de cada material. A través del Índice de Higg, las grandes empresas pueden empezar a comparar materiales y elegir la opción más sostenible. Sin embargo, la fiabilidad del Índice de Higg está en entredicho, ya que se les acusa de “lavado verde”. Lee más al respecto en este blog.
El Índice de Higg sólo tiene en cuenta las fibras individuales en sus análisis del ciclo de vida. El Índice de Higg no tiene en cuenta las mezclas de tejidos ni la posibilidad de reciclaje posterior. Actualmente, las grandes cadenas mezclan con demasiada frecuencia diversos materiales “más sostenibles”, lo que no siempre es ventajoso. Sin embargo, a la hora de elegir los materiales, es fundamental tener en cuenta también las posibilidades de reciclaje posterior. En nuestra investigación tenemos en cuenta las opciones de reciclaje existentes y en funcionamiento.
¿Realmente el algodón orgánico requiere más agua? ¿Es el poliéster reciclado bueno para el medio ambiente? ¿Qué pasa con el bienestar animal de los diferentes tipos de lana? ¿Y cuál es su impacto sobre las personas y el medio ambiente?
La comunidad COSH! seguía teniendo muchas preguntas y nos pusimos a investigar. Leímos publicaciones académicas, mantuvimos conversaciones con organizaciones sin ánimo de lucro, hablamos con empresas, con ganaderos de lana y entrevistamos a expertos nacionales y extranjeros. Así intentamos hacernos una idea completa del sector y comprender sus matices. Nos sorprendió, inspiró y asombró.
¿Tienes curiosidad por nuestros descubrimientos? ¡Nos encantaría compartirlos contigo en las próximas semanas!
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