Owl es una marca colaborativa, sostenible y responsable con el entorno y el medio ambiente.
Desde sus inicios en el diseño de moda creando ropa interior en 2013, Owl, con Eduard Ballester al frente, ha apostado por el diseño innovador y la ecología.
Trabajan con la premisa de un desarrollo sostenible, que se basa fundamentalmente en tres aspectos: vivible (que la vida y el medio ambiente lo puedan soportar); equitativo (que la sociedad y el mercado sean partes beneficiadas); viable (tanto para el entorno como en su rentabilidad).
Owl quiere ofrecer a un público global productos sostenibles de calidad con diseños innovadores. Además, son partícipes en crear una sociedad más equilibrada. Por ello colaboran con talleres sociales en Barcelona, como el Taller y Escuela de costura Emili Papirer de la Fundació Roure o la cooperativa Diomcoop, que realizan una gran e importante labor social. Destinan sus ingresos generados, principalmente a formar e integrar socio-laboralmente a personas sin recursos.
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