Owl trabaja desde el emblemático barrio de Poblenou, Barcelona. En su propio taller, situado en una antigua panadería de principios del siglo XX, es donde surgen las ideas de la marca.
Además, otra de las premisas que asume Owl es ser equitativo, que la sociedad sea también parte beneficiada, no solo el mercado.
Son partícipes en crear una sociedad más equilibrada, por ello colaboran con talleres sociales en Barcelona, como el Taller y Escuela de costura Emili Papirer de la Fundació Roure o la cooperativa Diomcoop, que realizan una gran e importante labor social. Destinan sus ingresos generados, principalmente a formar e integrar socio-laboralmente a personas sin recursos.