Zoë Detrez

Zoë Detrez dise­ña y fabri­ca ella mis­ma todos los pro­duc­tos en su estu­dio de Rot­ter­dam. Los mate­ria­les que uti­li­za tam­bién pro­ce­den de pro­vee­do­res loca­les. El cue­ro, por ejem­plo, pro­ce­de de Bél­gi­ca e Italia.

Para la colec­ción de joyas, Zoë uti­li­za pla­ta reci­cla­da y oro de comer­cio jus­to. De este modo, la dise­ña­do­ra pue­de estar segu­ra de que los meta­les no pro­ce­den de la mine­ría. ¿Quie­res saber más sobre el impac­to de la mine­ría y los meta­les de ori­gen éti­co? Lee la guía COSH! sobre joye­ría jus­ta aquí.

Las joyas se fabri­can en oro y pla­ta. La mar­ca tra­ba­ja exclu­si­va­men­te con meta­les de pro­vee­do­res euro­peos, que tie­nen cer­ti­fi­ca­dos de cali­dad. Ade­más, la pla­ta se reci­cla en gran par­te, y el oro tie­ne un cer­ti­fi­ca­do de comer­cio jus­to. 

La colec­ción de bol­sos se fabri­ca con piel de vacuno de cur­ti­do vege­tal. Esto sig­ni­fi­ca que no se han uti­li­za­do pro­duc­tos quí­mi­cos noci­vos, como el cro­mo, en el pro­ce­so de cur­ti­do. Ade­más, el cue­ro pro­ce­de de pro­duc­to­res euro­peos que cum­plen la estric­ta legis­la­ción medioam­bien­tal de la Unión Europea.

Más infor­ma­ción sobre los pros y los con­tras de la indus­tria del cue­ro aquí.

Los mate­ria­les puros son el cora­zón de los dise­ños de Zoë Detrez. Meta­les como el oro y la pla­ta son cir­cu­la­res por­que siem­pre con­ser­van su valor y, por tan­to, pue­den refun­dir­se repe­ti­da­men­te. Por eso Zoë uti­li­za pla­ta reci­cla­da; ade­más, ella mis­ma fun­de los meta­les cuan­do es necesario.

Los bol­sos tam­bién están dise­ña­dos según prin­ci­pios cir­cu­la­res. Los bol­sos se fabri­can con piel de cur­ti­do vege­tal, sin otros mate­ria­les como forro. Esto hace que los bol­sos no sólo sean más fáci­les de reci­clar tras su uso, sino tam­bién de repa­rar en caso necesario.

Zoë Detrez tie­ne una cade­na de sumi­nis­tro cor­ta, ya que todo lo fabri­ca ella mis­ma en Rot­ter­dam. Tra­ba­ja con pro­vee­do­res de los Paí­ses Bajos, Ita­lia y Bél­gi­ca. ¡De este modo, pue­des estar segu­ro de que tu com­pra no ten­drá que reco­rrer gran­des distancias!

La colec­ción de bol­sos está con­fec­cio­na­da con piel de vacuno cur­ti­da al vege­tal. Para ello, Zoë tra­ba­ja con socios pro­duc­to­res de Bél­gi­ca e Ita­lia. Esto garan­ti­za que los pro­duc­to­res deben cum­plir las estric­tas leyes labo­ra­les y medioam­bien­ta­les de la Unión Euro­pea, pero por des­gra­cia no dice nada sobre el bien­es­tar de los ani­ma­les. Por des­gra­cia, en la indus­tria del cue­ro hay poca trans­pa­ren­cia, lo que hace impo­si­ble que peque­ñas mar­cas como Zoë Detrez pue­dan ras­trear com­ple­ta­men­te el ori­gen de la piel.

Zoë Detrez tam­bién está estu­dian­do la posi­bi­li­dad de lan­zar un bol­so vegano en el futu­ro. Para hacer­lo con mate­ria­les sos­te­ni­bles y de alta cali­dad, la dise­ña­do­ra está inves­ti­gan­do dis­tin­tas alter­na­ti­vas de cue­ro vegano.

Zoë Detrez dise­ña sus colec­cio­nes siguien­do la filo­so­fía slow-fashion. La mar­ca no lan­za colec­cio­nes, sino que opta por lan­zar nue­vos dise­ños a lo lar­go del año. Los dise­ños son atem­po­ra­les, sin tem­po­ra­das ni géne­ros. De este modo, Zoë Detrez quie­re que sus joyas y bol­sos sean acce­si­bles a todo el mundo.

El pro­ce­so de pro­duc­ción arte­sa­nal garan­ti­za que cada pro­duc­to sea úni­co. Zoë siem­pre pro­du­ce en peque­ñas tira­das o por encar­go. Esto sig­ni­fi­ca que el pro­duc­to sólo se fabri­ca una vez rea­li­za­do el pedi­do. De este modo, la mar­ca se ase­gu­ra de no crear exce­so de existencias.

Tan­to las joyas como los bol­sos siguen el esti­lo de dise­ño reco­no­ci­ble de Zoë Detrez. Los dise­ños son mini­ma­lis­tas y jue­gan con for­mas geo­mé­tri­cas lim­pias. Gra­cias a las for­mas depu­ra­das, se resal­tan los mate­ria­les. Tan­to en los bol­sos como en las joyas, los mate­ria­les se uti­li­zan en su sin­gu­la­ri­dad pura y natu­ral.

Gra­cias a la pro­duc­ción a peque­ña esca­la, Zoë Detrez es trans­pa­ren­te en su tra­ba­jo. Todos los dise­ños están hechos a mano en su estu­dio de Rot­ter­dam. La dise­ña­do­ra tam­bién com­par­te infor­ma­ción sobre el ori­gen de los materiales.