OSKA apuesta por una producción ética eligiendo socios fabricantes europeos. La mayor parte de la colección se fabrica en la República Checa. OSKA tiene allí dos fábricas propias donde se confecciona la ropa. Como OSKA produce su propia colección, la marca tiene más control sobre las condiciones laborales y los salarios de los trabajadores.
Pero OSKA también colabora con productores de fuera de Europa. Las prendas de cáñamo-algodón, por ejemplo, se fabrican en China. Allí tiene lugar toda la producción, desde el cultivo hasta las prendas acabadas. Para asegurarse de que esto ocurre en condiciones éticas y seguras, OSKA visita regularmente la fábrica. La marca mantiene así una larga y estrecha colaboración con el fabricante.
La mayor parte de las materias primas proceden de productores europeos de Italia y Alemania, y una pequeña proporción de Turquía y China.