Madness tiene un estricto código de conducta que utiliza para examinar las instalaciones antes de trabajar con ellas. Basándose en este código, trabajan con instalaciones de fabricación de India y Turquía. Seleccionan a sus proveedores basándose en las auditorías de terceros, concretamente todos ellos están auditados por Fair Wear Foundation y GOTS, que garantizan prácticas éticas y salarios dignos. También mantienen relaciones a largo plazo con todas sus instalaciones, habiendo trabajado con la de India desde 2010.
Dan a entender que se abastecen de materiales de sus países de fabricación, pero esto no puede verificarse ni investigarse porque no se facilitan detalles.
Esta marca trabaja principalmente con algodón orgánico certificado GOTS, lo que garantiza unas prácticas de producción sostenibles y un impacto mínimo en la biodiversidad y en las personas que manejan el algodón. El lino es otro material natural que utilizan. Además, también trabajan con Tencel Lyocell, del grupo Lenzing, que aunque es un material semisintético, es conocido por ser más sostenible que sus alternativas convencionales. También trabajan con REFIBRA, también del grupo Lenzing, que es un producto de desecho al que se da una nueva vida. Además, trabajan con materiales sintéticos como el elastano en cantidades muy pequeñas, pero afirman estar trabajando para reducir aún más el uso de materiales sintéticos. En general, la marca está muy dedicada al uso consciente de materiales sostenibles.
Madness no realiza ventas por comercio electrónico y sólo trabaja con minoristas comerciales a granel, por lo que ahorra mucho material en el embalaje. Dicho esto, no tenemos información sobre el embalaje dentro de la cadena de suministro hasta que llega al minorista.
Esta marca trabaja sobre todo con materiales biodegradables, aunque la biodegradabilidad de las prendas no puede garantizarse sin conocer los productos químicos de acabado utilizados. La mayoría de las prendas son monomateriales, y las mezclas de materiales también se hacen de forma que cada prenda pueda reciclarse fácilmente al final de su uso.
Madness fabrica sus productos en India y Turquía, lo que hace que la longitud de la cadena sea bastante larga, y los proveedores son desconocidos, por lo que la longitud real es inverificable. Tampoco mencionan sus métodos de transporte.
Esta marca tiene la certificación vegana de Peta.
Madness diseña moda lenta, y sus tejidos de alta calidad hacen que sus prendas sean muy duraderas. Sus diseños captan la esencia de la felicidad y la alegría, y el hecho de que los materiales sean biodegradables y reciclables aumenta su capacidad de uso durante mucho tiempo.
Madness es muy transparente en lo que respecta a su código de conducta y a sus instalaciones de nivel 1 y 2. Su catálogo cubre todos los detalles de materialidad, y también facilitan certificados y números de licencia, lo que hace que su sostenibilidad sea fácilmente verificable. Sin embargo, podrían mejorar en algunos aspectos de transparencia, como el transporte, los datos de los proveedores y el embalaje.
Conclusión
¿Buscas ropa de mujer sostenible y alegre? No busques más allá de Madness, ¡ve a nuestro mapa para encontrar puntos de venta!