El compromiso de Hirschkind con la producción ética y sostenible se ejemplifica en su gama de productos, desde camisetas hasta ropa de cama y textiles de cocina. Esta dedicación se basa en un profundo conocimiento del comercio justo y las prácticas ecológicas, que repercuten positivamente tanto en las personas implicadas como en el planeta.
En el corazón de la ética de Hirschkind está su dedicación a abastecerse de algodón orgánico procedente de cooperativas de Tanzania e India. La marca produce su ropa ética en Kenia y la India con cooperativas que garantizan precios justos a los cultivadores, tejedores, hilanderos y costureros de algodón, lo que repercute significativamente en sus medios de vida. El algodón con certificación Fairtrade de Hirschkind procedente de India y Tanzania garantiza unos precios mínimos y una prima adicional para proyectos comunitarios, asegurando una cadena de suministro sostenible y equitativa.
Producción ética de camisetas
Sus camisetas de la India son un modelo de fabricación ética. Fabricadas con algodón orgánico indio certificado Fairtrade, encarnan un proceso de producción poco habitual en la industria textil. La fábrica, que cuenta con las certificaciones FAIRTRADE, GOTS y SA8000, cumple las normas más estrictas. Se utilizan exclusivamente tintes respetuosos con el medio ambiente y productos químicos aprobados por GOTS, lo que garantiza un impacto mínimo sobre el medio ambiente y los trabajadores. Esta fábrica no es sólo un lugar de producción, sino un entorno de trabajo sano y positivo donde los empleados ganan salarios dignos, asegurando un buen nivel de vida para sus familias.
En Kenia, las camisetas, mangas largas, faldas, bodies para bebés y máscaras de Hirschkind se producen en la pequeña pero significativa fábrica Kiboko Leisure Wear. Fundada hace 20 años por Sabine Huester, de nacionalidad alemana, esta fábrica funciona según los principios de salarios y prestaciones justos, incluido el seguro médico y las vacaciones pagadas, creando un ambiente familiar con una mínima rotación de personal. Este enfoque de las prácticas laborales justas es poco frecuente en la industria textil y representa el compromiso de Hirschkind con la mejora de las comunidades locales.
Certificación Mundial de Comercio Justo
La afiliación de Kiboko Leisure Wear a la Organización Mundial de Comercio Justo (WFTO) es un testimonio de su adhesión a las normas más estrictas del comercio justo. Como cliente de Kiboko, Hirschkind tiene con orgullo el certificado de Primer Comprador de la WFTO, que consolida aún más su papel en la promoción de prácticas de comercio ético.
El proceso de fabricación de Hirschkind, gestionado por Sunflag en Tanzania, cumple estrictas normas éticas y de certificación orgánica. Desde la hilatura y el tejido hasta el teñido, cada paso se realiza de forma responsable, garantizando que no se utilicen sustancias nocivas. Esta cadena de suministro transparente refleja el compromiso de Hirschkind de producir prendas de alta calidad y mantener un modelo de negocio ético y sostenible.
Compromiso con el comercio ético
La firme convicción de profundizar en su relación comercial justa y ética con África impulsa la decisión de Hirschkind de trasladar toda su producción de camisetas a Kenia. Esta medida ejemplifica la dedicación de Hirschkind a crear una industria de la moda más transparente y equitativa en la que todas las partes interesadas, desde el agricultor hasta el consumidor, sean tratadas con respeto y dignidad.
Al dar prioridad al comercio justo, la capacitación de las comunidades y las prácticas sostenibles, Hirschkind es un catalizador ejemplar del cambio positivo en la industria mundial de la moda.
Los paños de cocina de la marca se fabrican ahora con algodón orgánico de comercio justo, tejido a mano por cooperativas de tejedores indios. Estas cooperativas, que forman parte de la red Co-optex de Tamil Nadu, son vitales para preservar el oficio tradicional de tejer en telares manuales, manteniendo así 200.000 puestos de trabajo para los artesanos. Las tejedoras pueden elegir su cooperativa, lo que fomenta un sentimiento de propiedad y orgullo por su trabajo. Estas artesanas, que trabajan a domicilio o en centros locales de tejido, reciben salarios justos negociados con el gobierno, lo que les garantiza una vida digna. Además, se benefician de programas de bienestar que proporcionan a sus hijos seguro médico, pensiones y apoyo educativo. El algodón de estas toallas procede de la NHDS de Coimbatore, que apoya a varios estados productores de algodón de la India. Aunque no tiene certificación biológica, el proceso de teñido utiliza colores sin AZO ni PCP, lo que garantiza la seguridad y la sostenibilidad.
Toda la colección de ropa de cama y almohadas de Hirschkind es un testimonio de lujo sostenible, elaborado con algodón orgánico certificado. Su colección se cose meticulosamente en un pequeño taller familiar de Sajonia (Alemania). El algodón ecológico procede principalmente de Kirguistán y Uganda, donde los agricultores reciben una compensación justa y una formación continua en prácticas de agricultura ecológica, lo que garantiza una cadena de suministro estable y ética.
Otras fases de producción de su ropa de cama tienen lugar en la República Checa, Alemania y Suiza, donde se aplican estrictas normas laborales.
Además, sus bolsas y sacos de gimnasia proceden de Earth Positive, filial de Continental Clothing, conocida por su compromiso con unas condiciones laborales justas y prácticas sostenibles.
Responsabilidad Social Corporativa
El compromiso de Hirschkind con la moda ética y el comercio justo trasciende la mera producción, manifestándose en diversas iniciativas comunitarias y medioambientales. Su tienda organiza periódicamente eventos centrados en la moda justa, en los que participan pequeñas marcas éticas que comparten información sobre sus cadenas de suministro sostenibles. Educamos sobre certificaciones textiles y proyectamos películas críticas como “El verdadero coste” para concienciar sobre los impactos reales de la industria textil. Sus actividades del Fashion Revolution Day, especialmente la campaña fotográfica “Quién hizo tu ropa”, ponen de relieve el elemento humano que hay detrás de nuestra ropa.
Todos los años celebran la Semana Justa con su evento Fair Coffee Table, en el que sirven café y pasteles de Comercio Justo gratuitos para promover los aspectos positivos del comercio justo. Su tienda se convierte en un centro de aprendizaje, acogiendo a estudiantes y grupos diversos para que participen y comprendan las prácticas de la moda justa.
Digitalmente, su Blog de Comercio Justo ofrece una gran cantidad de información sobre moda ética y comercio justo, con entrevistas a fundadores de marcas de moda justa e información sobre el funcionamiento de su tienda. Participan activamente en la Alianza de Acción por el Comercio Justo de Berlín, en diversas actividades de comercio justo por toda la ciudad, desde moda de comercio justo hasta alimentos sostenibles y esfuerzos educativos.
Su compromiso político está muy arraigado. Desde manifestaciones antinucleares y antifascistas hasta el apoyo a diversas causas sociales, están comprometidos con el activismo y la filantropía. Han apoyado múltiples iniciativas relacionadas con los derechos humanos y la protección del medio ambiente, desde el fondo de indemnización a las víctimas del Rana Plaza hasta Amnistía Internacional, Médicos del Mundo y Sea-Watch. Su tienda también ha respondido a crisis específicas, como la impresión de paños de cocina solidarios para apoyar al club SO36 de Kreuzberg, con dificultades económicas, durante la pandemia.
La dedicación de Hirschkind al bienestar del planeta está entretejida en cada tejido y práctica de la marca. Toda su colección, desde ropa de cama y almohadas hasta prendas para adultos y bebés, se elabora con algodón orgánico certificado procedente de Tanzania, India, Kirguistán y Uganda. Este algodón orgánico, libre de toxinas nocivas, es mejor para el medio ambiente, sus cultivadores y nuestros clientes, ya que proporciona tejidos libres de alérgenos. Este compromiso se extiende a los vibrantes colores de sus serigrafías mezcladas a mano, garantizando que cada prenda no sea sólo una prenda de vestir, sino una pieza única de arte creada con tintas al agua, sin disolventes, para una experiencia pura y libre de toxinas.
Sus camisetas, emblema de su postura ética, se fabrican con algodón orgánico indio de comercio justo en una fábrica modelo que cumple las normas más estrictas de cuidado del medio ambiente y bienestar de los trabajadores. Esta fábrica posee con orgullo las certificaciones FAIRTRADE, GOTS y SA8000. El uso de tintes ecológicos y productos químicos aprobados por GOTS en la producción de sus camisetas refleja su ética de minimizar el impacto medioambiental y garantizar un espacio de trabajo saludable para nuestros sastres.
El algodón para sus productos de ropa de cama procede principalmente de Uganda y Kirguistán, regiones donde las lluvias nutren adecuadamente las plantas de algodón. Esta elección se basa en su filosofía contra el uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos y no degradables, que dañan el medio ambiente y la salud de los agricultores y recolectores de algodón. Al elegir el algodón orgánico, apoyan una producción más segura tanto para las personas como para el planeta.
Su compromiso con la sostenibilidad va más allá de los materiales que utilizan. Dan prioridad al embalaje mínimo, reutilizando a menudo los materiales y realizando los envíos con DHL GoGreen para compensar las emisiones de carbono. Su enfoque ético incluye también sus elecciones bancarias y energéticas. Colaboran con EthikBank, que opera según principios de inversión ética, y abastecen sus operaciones con Naturstrom, un proveedor de energía ecológica. Incluso en su tienda física encontrarás muebles hechos con palés reutilizados e iluminación LED de bajo consumo, lo que refleja su dedicación a una huella ecológica menor.
Hirschkind ejemplifica la circularidad en la moda aplicando prácticas sostenibles que amplían el ciclo de vida de sus productos y reducen los residuos. Su compromiso con el uso de materiales biodegradables y orgánicos, como el algodón orgánico certificado, garantiza que sus prendas sean respetuosas con el medio ambiente y se descompongan de forma natural al final de su vida útil. Este enfoque minimiza el impacto medioambiental y se ajusta a los principios de la economía circular. El enfoque de Hirschkind en diseños duraderos y atemporales también contrarresta la tendencia de la moda rápida, fomentando un uso más prolongado y reduciendo la necesidad de sustituciones frecuentes. Al dar prioridad a la calidad sobre la cantidad, prolongan aún más la vida útil de sus prendas. El uso de embalajes mínimos y reciclables y de métodos de envío respetuosos con el medio ambiente refuerza su dedicación a un sistema de circuito cerrado, lo que convierte a Hirschkind en un verdadero defensor de la moda circular.
Hirschkind hace gala de una cadena de suministro transparente y compacta. Su línea de ropa, que abarca camisetas, mangas largas, faldas y bodies para bebés, se fabrica en India y Kenia. El algodón orgánico de estas prendas se obtiene directamente en la India y en Tanzania para los artículos producidos en Kenia. Este enfoque garantiza la máxima calidad y apoya a los agricultores locales y sus comunidades.
Para su colección de ropa de cama, valoran un enfoque cercano al hogar. La ropa de cama de algodón orgánico se cose meticulosamente en un pequeño taller familiar de Sajonia (Alemania). Esta proximidad garantiza unas condiciones de trabajo justas y reduce la huella del transporte. Las materias primas de esta ropa de cama se adquieren a un fabricante de biotejidos del sur de Alemania. Este fabricante se asocia con proyectos en Uganda y Kirguistán, en colaboración con la organización suiza Helvetas, para abastecerse de algodón orgánico procedente principalmente de Kirguistán.
Tras hilar el hilo ecológico en Alemania y parcialmente en Turquía, se teje en tela en las propias instalaciones de su proveedor del sur de Alemania, en la República Checa. Los toques finales, como el lavado, el blanqueado con oxígeno y el teñido, se realizan en Alemania y Suiza, cumpliendo estrictas normas ecológicas. Sólo utilizan tintes y materiales no tóxicos, lo que garantiza que sus productos están libres de sustancias nocivas como los colorantes azoicos y el formaldehído, haciéndolos seguros e hipoalergénicos.
Por último, el tejido ecológico acabado y teñido se transporta a Sajonia, donde su colección de ropa de cama cobra vida. De vuelta a Berlín, en su taller de serigrafía de Kreuzberg, Nici imprime a mano cada pieza de ropa de cama en una gran mesa de impresión manual. Este proceso añade un toque artesanal único a sus productos, haciendo de cada artículo una pieza de arte distinta.
En Hirschkind, su compromiso con el bienestar animal es primordial, garantizando que toda su colección sea vegana y libre de crueldad. Evitan conscientemente materiales como perlas o cuernos, utilizados tradicionalmente en botones no veganos derivados de animales. En su lugar, han pasado a utilizar botones naturales y estéticamente agradables hechos de marfil vegetal (Steinnuss), producido de forma sostenible en Alemania.
Su elección de algodón orgánico refleja su postura contra los impactos indirectos de la producción textil convencional, en la que los productos químicos nocivos amenazan la vida salvaje y los ecosistemas.
En todos los aspectos de su actividad, desde el abastecimiento de materiales hasta la producción, se esfuerzan por respetar y proteger la vida animal, alineando sus prácticas con los valores de sostenibilidad y responsabilidad ética.
Hirschkind se erige en parangón de la moda lenta, defendiendo el espíritu de la longevidad tanto en la ropa como en las piezas de interior. Su compromiso de crear productos atemporales y de alta calidad trasciende las efímeras tendencias de la moda rápida. Seleccionando meticulosamente materiales duraderos y orgánicos y empleando mano de obra cualificada, Hirschkind se asegura de que cada artículo esté hecho para durar, alargando significativamente su vida útil. Este enfoque honra la tradición de calidad sobre cantidad y respeta profundamente los recursos invertidos en cada pieza. Además, sus diseños encarnan una estética clásica, lo que garantiza que sigan siendo relevantes a lo largo de temporadas y años.
Este atractivo duradero, unido a la robustez de sus productos, fomenta un modelo de consumo más sostenible, en el que los artículos se aprecian y utilizan durante periodos prolongados, reduciendo el impacto medioambiental de las compras frecuentes y su eliminación.
Hirschkind ejemplifica una transparencia excepcional en la industria de la moda, estableciendo una referencia de apertura y prácticas éticas. Revelan abiertamente las fábricas y granjas con las que colaboran, fomentando una cultura de confianza y responsabilidad. Esta transparencia se extiende a revelar los orígenes de sus materiales, las condiciones en que se fabrican sus productos y el impacto medioambiental de sus procesos. Al compartir los detalles de su cadena de suministro, desde las granjas sostenibles donde se cosecha su algodón orgánico hasta las fábricas éticas donde se confeccionan sus prendas, la marca invita a los clientes a comprender y apreciar el viaje que hay detrás de cada producto. Este nivel de apertura refuerza su compromiso con las prácticas éticas y capacita a los consumidores para tomar decisiones informadas, alineando sus compras con sus valores.
Conclusión
Hirschkind es un modelo de sostenibilidad en el mundo de la moda, que armoniza la producción ética, la responsabilidad medioambiental y la conciencia social. Su compromiso de utilizar exclusivamente algodón orgánico, procedente de cooperativas de comercio justo, garantiza un impacto medioambiental mínimo y apoya los medios de vida de los agricultores. En su transparente y concisa cadena de suministro, cada paso, desde la hilatura y el teñido hasta la fabricación, se atiene a estrictas normas ecológicas, salvaguardando el bienestar de los trabajadores y reduciendo la huella de carbono.
Respetan el bienestar animal y promueven un ecosistema más sostenible defendiendo los materiales veganos y evitando los productos derivados de animales. La dedicación de Hirschkind a la moda lenta y la longevidad de sus prendas y piezas de interior refleja un profundo conocimiento del consumismo sostenible, reduciendo los residuos y fomentando un uso consciente.
Al revelar abiertamente las fábricas y granjas con las que colaboran, lideran con transparencia, generando confianza y ejemplificando el potencial de las prácticas éticas en la industria de la moda. Además, su compromiso con la comunidad local educa y crea un espacio para el diálogo y la acción hacia una sociedad más ética y consciente del medio ambiente.