Todos los productos han sido diseñados por la propia Vanessa Colignon. Para la producción, Design for resilience colabora con Ceetex. Se trata de una pequeña empresa familiar belga especializada en prendas de punto. Esta empresa ofrece punto y costura en 3D. A continuación, Vanessa cose las etiquetas de algodón. Para ir más rápido, podría utilizar etiquetas de rPET, pero se niega a financiar la industria petrolera, aunque sean recicladas. No quiere que las fibras sintéticas acaben en el agua.
El lino y el cáñamo se cultivan en Europa y el productor italiano Linificio e Canapificio los transforma en hilo. Los centros de producción se encuentran en Lituania y Túnez.
Design for resilience considera importante la producción ética y local. Por eso, la marca está firmemente comprometida con socios de producción europeos. Por ejemplo, la marca está explorando las posibilidades de devolver la producción de cáñamo y lino a sus países históricos de producción original en Europa.
Para comprometerse aún más con la producción local, Design for resilience trabaja con hilos de coser de Francia, y sus etiquetas se producen en Alemania. La marca está explorando las posibilidades de devolver a Europa la producción de cáñamo, lino y lana raros.
Su objetivo es revitalizar el saber hacer en torno a la lana, tanto en términos de clasificación como de tejido.