Guía para el cuidado consciente de la ropa

La ropa es una inver­sión y que­re­mos que te dure. Por eso, es fun­da­men­tal cui­dar ade­cua­da­men­te las pren­das para que duren lo máxi­mo posi­ble. Ade­más, una par­te impor­tan­te del impac­to medioam­bien­tal de las pren­das depen­de de tus hábi­tos de lava­do.

En este artícu­lo te con­ta­mos el sig­ni­fi­ca­do de cada sím­bo­lo de las eti­que­tas y te dare­mos algu­nos con­se­jos sobre cómo debes cui­dar tu ropa para que dure más tiempo:

Etiquetas de cuidado y cómo leerlas

Seguir las ins­truc­cio­nes de las eti­que­tas es fun­da­men­tal para pro­lon­gar la vida útil de la ropa. Sin embar­go, las dis­tin­tas mar­cas pue­den uti­li­zar sím­bo­los dife­ren­tes, y estos sím­bo­los pue­den variar de un país a otro. Nues­tra guía de fácil uso te ayu­da­rá a sim­pli­fi­car estos códi­gos enig­má­ti­cos. ¡La cola­da no tie­ne por qué ser una tarea difícil! 

Símbolos de lavado

Des­de los sím­bo­los de nivel de calor has­ta cómo lavar la ropa deli­ca­da, aquí te expli­ca­mos cada símbolo:

¿Qué significan 30, 40, 50 y 60 en los símbolos de lavandería?

Los núme­ros den­tro de la cube­ta sig­ni­fi­can los gra­do máxi­mos a los que la pren­da se pue­de lavar. 

Símbolos de secado

Tam­bién exis­ten sím­bo­los rela­cio­na­dos con el pro­ce­so de seca­do. Si no pue­des col­gar la ropa para que se seque al aire, aquí te expli­ca­mos los sím­bo­los que corres­pon­den al uso de la secadora:

Símbolos de planchado

¿Día de plan­cha? Aquí tie­nes los sím­bo­los de plan­cha y sus significados. 

Símbolos de limpieza en seco

Si nece­si­ta ayu­da pro­fe­sio­nal a la hora de lim­piar, estos sím­bo­los cir­cu­la­res son fáci­les de seguir para una lim­pie­za en seco: 

Una A sig­ni­fi­ca que pue­den uti­li­zar cual­quier disol­ven­te, una F sig­ni­fi­ca cual­quier disol­ven­te excep­to tri­clo­roe­ti­leno y una P indi­ca que deben uti­li­zar úni­ca­men­te disol­ven­tes de petróleo.

Consejos fáciles para el cuidado y lavado de la ropa

1. Usa más, lava menos: A menu­do, el impul­so de lavar la ropa des­pués de cada uso es más una cues­tión de ruti­na que de nece­si­dad. A veces, bas­ta con airear­la y sacu­dir­la para vol­ver a ponérsela. 
2. Lle­na tu lava­do­ra: Espe­ra a tener una can­ti­dad de ropa para lavar en lugar de hacer muchos lava­dos peque­ños para redu­cir el con­su­mo de agua y enr­gia en el lava­do de ropa. Sin embar­go, ten cui­da­do de no sobre­car­gar­la, ya que las car­gas pesa­das pesa­da pue­de dañar la ropa y pro­vo­car un mal lavado.
3. Uti­li­za pro­duc­tos eco­ló­gi­cos: Eli­ge deter­gen­tes res­pe­tuo­sos con el medio ambien­te y evi­ta uti­li­zar can­ti­da­des exce­si­vas. Una sobre­do­sis no ten­drá nin­gún efec­to sobre la lim­pie­za de la ropa. Los sua­vi­zan­tes son muy popu­la­res, pero ten en cuen­ta que los sua­vi­zan­tes quí­mi­cos pue­den dañar tan­to la pren­da como el medio ambien­te. Si es nece­sa­rio, uti­li­za sua­vi­zan­tes ecológicos.
4. Usa bol­sas de lava­do anti-micro­plás­ti­cos: Las pren­das fabri­ca­das con teji­dos sin­té­ti­cos, como el poliés­ter, libe­ran micro­plás­ti­cos duran­te el pro­ce­so de lava­do. Para pre­ve­nir que estos micro­plás­ti­cos con­ta­mi­nen nues­tros océa­nos, es reco­men­da­ble uti­li­zar bol­sas de lava­do anti-micro­plás­ti­cos, como la bol­sa GUPPY­FRIEND, en cada colada.
5. Cla­si­fi­ca y opti­miza: Los dis­tin­tos tipos de ropa tie­nen nece­si­da­des dife­ren­tes, por lo que es esen­cial cla­si­fi­car la cola­da en fun­ción de ellas. Cla­si­fi­ca por colo­res, pero tam­bién por tipo de pren­da (por ejem­plo, ropa de tra­ba­jo y pren­das deli­ca­das) o por tem­pe­ra­tu­ra de lava­do (por ejem­plo, tem­pla­da y fría). Evi­ta que las pren­das se dañen unas a otras en la lava­do­ra vacian­do los bol­si­llos y cerran­do las cremalleras.
6. Evi­ta la lim­pie­za en seco: Sal­vo las pren­das exte­rio­res con mate­ria­les ais­lan­tes en el forro, no te reco­men­da­mos que las laves en seco. En lugar de eso, aíre­las y lim­pia las man­chas en casa para aho­rrar ener­gía y mate­ria­les. Si nece­si­tas lim­piar­las en seco, bus­ca tin­to­re­rías res­pe­tuo­sas con el medio ambien­te que uti­li­cen méto­dos alter­na­ti­vos como el CO2 o el agua como disol­ven­te principal.
7. Evi­ta la seca­do­ra, seca al aire libre: No uti­li­zar la seca­do­ra es pro­ba­ble­men­te la elec­ción más impor­tan­te, tan­to des­de el pun­to de vis­ta medioam­bien­tal como para man­te­ner las pren­das en buen esta­do. ¡El seca­do al aire libre es siem­pre la mejor opción!
   
8. Vapo­ri­za en vez de plan­char: Depen­dien­do del teji­do, algu­nos mate­ria­les se arru­gan más que otros. Cuan­do sea nece­sa­rio, eli­ge el vapor en lugar de la plan­cha, ya que es más sua­ve con las fibras del teji­do. Tam­bién pue­des encon­trar un pro­gra­ma en tu lava­do­ra que te ayu­de a redu­cir las arru­gas, y evi­ta cen­tri­fu­gar dema­sia­do la ropa para que no sal­ga súper arrugada. 

¿Quie­res más tru­cos para alar­gar la visa de tu ropa? Sigue leyen­do en el siguien­te artícu­lo con­se­jos para repa­rar y cui­dar tu ropa. 

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