Tiny Sea Tales

Tiny Sea Tales tie­ne su pro­pio taller en Has­selt (Bél­gi­ca), don­de todas las joyas se fabri­can con méto­dos arte­sa­na­les. ¡Cada joya se dise­ña y fabri­ca a medi­da a par­tir del cris­tal de mar, lo que hace que cada pie­za sea úni­ca! El pro­pio vidrio marino per­ma­ne­ce inal­te­ra­do, con una for­ma total­men­te deter­mi­na­da por las corrien­tes y las olas del mar.

Tiny Sea Tales reco­ge el vidrio marino en las pla­yas euro­peas. La for­ja de los meta­les se hace a mano, y sólo el dora­do de las joyas corre a car­go de un socio externo. Por últi­mo, cada joya se empa­que­ta con cui­da­do para que lle­gue bien a tus manos.

Los dise­ños de Tiny Sea Tales se cen­tran en el vidrio marino. El oro o la pla­ta con­ser­van y real­zan la belle­za natu­ral de cada pie­za de cris­tal de for­ma úni­ca. Debi­do a la sin­gu­la­ri­dad del vidrio marino, no hay dos joyas igua­les, lo que sig­ni­fi­ca que pue­de haber una lige­ra dife­ren­cia entre un par de pen­dien­tes y otro.

La mar­ca tra­ba­ja con pla­ta 925, lo que sig­ni­fi­ca que al menos el 92,5% es pla­ta pura com­bi­na­da con un 7,5% de otros meta­les como el cobre. Ade­más, algu­nas joyas de la colec­ción están cha­pa­das en oro. Se tra­ta de un pro­ce­so en el que se apli­ca a la joya una capa de oro de 18 quilates.

Tiny Sea Tales da una nue­va vida al vidrio marino reci­cla­do como ele­men­to de atrac­ción para tu look. Esta for­ma de reva­lo­ri­zar los mate­ria­les es total­men­te cir­cu­lar! Inclu­so la pla­ta de las joyas es cir­cu­lar, ya que este metal siem­pre con­ser­va su valor. 

El vidrio marino reco­rre un lar­go camino antes de encon­trar­se en una pla­ya. ¡Sin embar­go, la cade­na de sumi­nis­tro de Tiny Sea Tales es cor­ta! La mar­ca fabri­ca las joyas ella sola, des­de el dise­ño has­ta el emba­la­je. Las pie­zas de vidrio las reco­ge la pro­pia dise­ña­do­ra Lau­ra duran­te sus via­jes y paseos por la pla­ya.

La pla­ta la com­pra a un mayo­ris­ta, enton­ces aquí COSH! lamen­ta­ble­men­te no pue­de ras­trear su origen.

Tiny Sea Tales se ha com­pro­me­ti­do a pro­te­ger los océa­nos y a trans­mi­tir a los demás su amor por el mar. La mar­ca mues­tra la belle­za de la natu­ra­le­za en sus impre­sio­nan­tes joyas. Gran par­te de las joyas son total­men­te vega­nas, y el vidrio marino reci­cla­do es siem­pre el pro­ta­go­nis­ta.

En algu­nos dise­ños tam­bién se uti­li­zan con­chas, como la carac­te­rís­ti­ca con­cha cau­ri. Al igual que el cris­tal de mar, estas con­chas se encuen­tran en la pla­ya. Así pues, Tiny Sea Tales es total­men­te res­pe­tuo­so con los ani­ma­les.

Las joyas de vidrio marino no sólo son bellas, sino que tam­bién encie­rran his­to­ria y mis­te­rio. Las for­mas, colo­res y dibu­jos úni­cos del vidrio marino hacen que cada pie­za sea úni­ca. Tan­to si eli­ge unos deli­ca­dos pen­dien­tes como un ele­gan­te collar, las joyas de vidrio marino son el com­ple­men­to ideal para su atuen­do.

Tiny Sea Tales dise­ña cada joya en fun­ción del cris­tal, sin seguir nin­gu­na ten­den­cia de moda. Las joyas se fabri­can a su pro­pio rit­mo, no en colec­cio­nes de tem­po­ra­da. Ade­más de su colec­ción de joyas úni­cas de vidrio marino, Tiny Sea Tales tam­bién fabri­ca joyas ins­pi­ra­das en el mar, como colla­res con con­chas de cau­ri o el ​“ani­llo de olas”.

La mar­ca bel­ga ofre­ce un mes de garan­tía en todas las com­pras, den­tro del cual se pue­den hacer repa­ra­cio­nes gra­tui­tas. Tam­bién pue­des acu­dir a ella para con­se­guir la joya per­fec­ta a medi­da. ¿Tie­nes un boni­to tro­zo de cris­tal de mar como recuer­do de un via­je lejano? Tiny Sea Tales lo con­vier­te en una pie­za de joye­ría hecha a medi­da, ¡para que siem­pre ten­gas tu recuer­do a mano!

Tiny Sea Tales fabri­ca todas las joyas en su taller y tam­bién reco­ge los mate­ria­les. ¡Esto hace que la mar­ca sea muy trans­pa­ren­te! Sólo se des­co­no­ce el ori­gen de la plata.