Centrándose por completo en su tienda física y vendiendo sus patrones digitales, crea y fomenta conexiones con sus clientes y sus visitas. Decidir no abrir una tienda de venta online y evitar el packaging que acompaña a los envíos fue una decisión que reflejaba su filosofía de cuidar las relaciones. Tiene un pequeño número de clientes para los que hace piezas individuales por encargo.
Sus diseños se confeccionan a partir de materiales de desecho y retales de tela. Es su primera opción cuando se trata de encontrar materiales de alta calidad, sostenibles al estar ya producidos y evitar que acaben en el vertedero. Lamentablemente, a veces le resulta imposible averiguar cómo y dónde se produjeron estos tejidos. Un material que Melinda utiliza en toda su colección es la Cordura, un tejido sintético hecho a base de nailon de alta calidad y muy duradero. Aunque este tejido es difícil de reciclar y no es biodegradable, garantiza décadas de uso. El desprendimiento de microplásticos con el lavado es un problema que acompaña a las fibras sintéticas.
Otros materiales utilizados son el algodón y la lana no certificados. Sus retales proceden de Italia, y la lana, de los Países Bajos.
Melinda también tiñe parcialmente con lavadora y Symplico y elimina el tinte y los productos químicos con una máquina de teñir. Es consciente de la contaminación química e intenta evitar que sus prendas contribuyan a la degradación del medio ambiente.