Salt of the Earth

Cuan­do Salt of the Earth empe­zó, los pro­duc­tos se ela­bo­ra­ban en una urna de té en la coci­na de casa. Aho­ra hay una fábri­ca crea­da espe­cí­fi­ca­men­te para ela­bo­rar des­odo­ran­tes natu­ra­les en Chand­lers Ford, Ham­pshi­re (Rei­no Uni­do). Esto da a la mar­ca un con­trol direc­to sobre la cali­dad, a la vez que pro­por­cio­na empleo local. La fábri­ca pro­du­ce el 85% de los pro­duc­tos. El des­odo­ran­te de cris­tal se pro­du­ce en Chi­na. ¡El des­odo­ran­te y el jabón de manos se ven­den en más de 30 paí­ses de todo el mundo!

Sobre los ingre­dien­tes, Salt of the Earth dice lo siguien­te: ​“Cree­mos sin­ce­ra­men­te que los ingre­dien­tes natu­ra­les son mejo­res. Mejo­res para ti y mejo­res para el medio ambien­te. Por eso toda la gama Salt of the Earth uti­li­za ingre­dien­tes de ori­gen 100% natu­ral”. La mar­ca res­pal­da esta afir­ma­ción con la cer­ti­fi­ca­ción COS­MOS. La nor­ma COS­MOS garan­ti­za que se ha veri­fi­ca­do de for­ma inde­pen­dien­te que los ingre­dien­tes no supo­nen nin­gún ries­go para la salud huma­na y medioam­bien­tal, y que se han pro­du­ci­do de for­ma res­pon­sa­ble y res­pe­tuo­sa con el medio ambien­te. Los ingre­dien­tes de la mar­ca pro­ce­den de plan­tas y mine­ra­les natu­ra­les, e inclu­yen fra­gan­cias de acei­tes esen­cia­les y extrac­tos botá­ni­cos. Algu­nos ingre­dien­tes son ecológicos.

Una par­te impor­tan­te del enfo­que de Salt of the Earth en la sos­te­ni­bi­li­dad es desa­rro­llar enva­ses que pue­dan reuti­li­zar­se y relle­nar­se. Por ello, fue una de las pri­me­ras empre­sas en lan­zar recam­bios de des­odo­ran­te en 2013. Des­de su lan­za­mien­to, han ven­di­do sufi­cien­tes de estos recam­bios para aho­rrar el equi­va­len­te a medio millón de bote­llas de plás­ti­co indi­vi­dua­les.

En 2020, la mar­ca cam­bió a enva­ses más sos­te­ni­bles para sus des­odo­ran­tes natu­ra­les en spray más ven­di­dos. Todos los sprays se enva­san aho­ra en bote­llas con un 50% de plás­ti­co reci­cla­do (PCR) y un 50% de bio­po­lí­me­ro a base de caña de azú­car. El año 2020 tam­bién tra­jo con­si­go el lan­za­mien­to de una gama de bál­sa­mos des­odo­ran­tes natu­ra­les sin plás­ti­co: enva­sa­dos en un tarro de vidrio reci­cla­ble (fabri­ca­do con mate­ria­les reci­cla­dos) con tapa metá­li­ca y eti­que­ta de papel de hier­ba sos­te­ni­ble. La mar­ca tie­ne más opcio­nes sin plás­ti­co, para quie­nes quie­ran redu­cir su con­su­mo de plás­ti­co. El stick de cris­tal sin plás­ti­co se pre­sen­ta en una caja de car­tón 100% reci­cla­ble. Los recam­bios sin plás­ti­co están hechos de car­tón FSC y papel anti­gra­sa, eti­que­ta­dos con papel de hierba.

La mayo­ría de los pro­duc­tos se desa­rro­llan y fabri­can en el Rei­no Uni­do. Lamen­ta­ble­men­te, algu­nos pro­duc­tos se fabri­can en Chi­na, lo que alar­ga con­si­de­ra­ble­men­te su cade­na de sumi­nis­tro.

Afor­tu­na­da­men­te, la mar­ca da prio­ri­dad a la ener­gía ver­de. Sus ins­ta­la­cio­nes de fabri­ca­ción y ofi­ci­nas en el Rei­no Uni­do fun­cio­nan con ener­gía 100% reno­va­ble. En 2020, se aso­cia­ron con Eco­lo­gi, una orga­ni­za­ción que finan­cia pro­yec­tos cli­má­ti­cos en todo el mun­do. ¡Con ello, la mar­ca pre­ten­de redu­cir su impac­to en el medio ambiente!

Todos los pro­duc­tos de Salt of the Earth son vega­nos, cer­ti­fi­ca­dos tan­to por la Vegan Society como por la Vege­ta­rian Society.

Ade­más, la mar­ca cree que los pro­duc­tos de cui­da­do per­so­nal deben estar libres de ani­ma­les. Como tal, están orgu­llo­sos de que todos los pro­duc­tos estén apro­ba­dos por el pro­gra­ma Cruelty Free Inter­na­tio­nal Lea­ping Bunny. Este pro­gra­ma mun­dial esta­ble­ce nor­mas de expe­ri­men­ta­ción ani­mal que van más allá de los requi­si­tos lega­les. La mar­ca super­vi­sa a sus pro­vee­do­res para garan­ti­zar que todos los pro­duc­tos siguen cum­plien­do los cri­te­rios de Lea­ping Bunny. El sis­te­ma de con­trol de los pro­vee­do­res tam­bién se audi­ta de for­ma independiente.

La obse­sión de Salt of the Earth por los des­odo­ran­tes natu­ra­les les ha hecho com­pren­der que todos sus clien­tes son dife­ren­tes y tie­nen dis­tin­tos esti­los de vida, gus­tos y nece­si­da­des. Por eso han crea­do la más amplia gama de pro­duc­tos den­tro del mer­ca­do de los des­odo­ran­tes natu­ra­les: cris­ta­les, roll-ons, sprays y bál­sa­mos. Así, ¡hay para todos los gustos!

Salt of the Earth es trans­pa­ren­te en cuan­to a los ingre­dien­tes y mate­ria­les de enva­sa­do que uti­li­za. Cada pági­na de pro­duc­to mues­tra tam­bién dón­de se ha fabri­ca­do el pro­duc­to en cues­tión. En cuan­to a la trans­pa­ren­cia sobre los pro­vee­do­res, la mar­ca aún tie­ne mucho que ganar. Al ser trans­pa­ren­te al res­pec­to, los con­su­mi­do­res tie­nen mucho más cla­ro la lon­gi­tud total de la cade­na y si las fábri­cas de los pro­vee­do­res tie­nen bue­nas con­di­cio­nes laborales.