Mieke Dierckx

Mie­ke Dierckx está en estre­cho con­tac­to con el taller don­de se fabri­can los bol­sos en Por­tu­gal. Duran­te la ​“Fashion Revo­lu­tion Week”, Mie­ke dio un vis­ta­zo entre bas­ti­do­res a su taller de Opor­to. Mie­ke rea­li­za visi­tas perió­di­cas al fabri­can­te para super­vi­sar la pro­duc­ción, la cali­dad de la piel y los demás mate­ria­les. ¡Mie­ke Dierckx valo­ra el bien­es­tar de sus arte­sa­nos, y por eso hemos con­ce­di­do a esta mar­ca el dis­tin­ti­vo ​“Fabri­ca­do éti­ca­men­te en Europa”!

Los bol­sos se fabri­can con piel de vaca de alta cali­dad, el forro sue­le ser de cabra y a veces de tela. Algu­nos bol­sos están aca­ba­dos con ante o piel.

Las vacas emi­ten muchos gases CO2 y metano, ade­más con­su­men mucha agua y es nece­sa­rio defo­res­tar para pro­du­cir grano y soja con los que ali­men­tar a las vacas. Por eso, el cue­ro tie­ne un gran impac­to en el medio ambien­te, pero como estos bol­sos son de alta cali­dad, dura­rán años, lo que rela­ti­vi­za las emisiones.

Si tu bol­so Mie­ke Dierckx está daña­da y el daño es repa­ra­ble, ella mis­ma lo repa­ra­rá. Los gas­tos de repa­ra­ción y envío corre­rán a car­go del clien­te. De este modo, sus bol­sos tie­nen una vida útil aún más larga.

Los res­pon­sa­bles de Mie­ke Dierckx siem­pre están idean­do solu­cio­nes para que toda la pro­duc­ción sea más sos­te­ni­ble y se reduz­ca la pro­duc­ción de resi­duos. Siem­pre hablan de ello con los due­ños de la fábri­ca duran­te sus visi­tas perió­di­cas. Por ejem­plo, aho­ra los lla­ve­ros se hacen con res­tos de cue­ro de los bol­sos y han prohi­bi­do todos los plás­ti­cos en las fases de pro­duc­ción y emba­la­je. Los bol­sos se trans­por­tan de Por­tu­gal a Bél­gi­ca en sus sacos.

Apar­te del posi­ble ori­gen lejano de la piel, los bol­sos reco­rren dis­tan­cias cor­tas des­de la pro­duc­ción has­ta las manos de los clien­tes. El dise­ño se rea­li­za en Wes­ter­lo (Flan­des), la pro­duc­ción en Por­tu­gal y el bol­so vuel­ve a Flan­des para su ven­ta. Por eso, todos los pasos se dan en Euro­pa, aun­que la piel pro­ce­da de fuera.

Hay que sacri­fi­car vacas y cabras para obte­ner el cue­ro y no está cla­ro si el cue­ro uti­li­za­do para estos bol­sos es un sub­pro­duc­to de la indus­tria cár­ni­ca. Tam­po­co está cla­ro si se tra­ta de gana­de­ría eco­ló­gi­ca o no y de dón­de pro­ce­de el cuero.

Los bol­sos de Mie­ke Dierckx tie­nen un dise­ño atem­po­ral, mini­ma­lis­ta y úni­co. Los bol­sos se pre­sen­tan en colec­cio­nes que cana­li­zan ins­pi­ra­cio­nes de dise­ño, algu­nas tie­nen dibu­jos en 3D hechos con tec­no­lo­gía láser y otras no tie­nen nin­gún dibu­jo. Sue­len estar dis­po­ni­bles en varios colo­res y no son de temporada.

Tam­bién se fabri­can en edi­cio­nes limi­ta­das, para evi­tar exce­den­tes. Si un bol­so está ago­ta­do, los clien­tes pue­den enviar un correo elec­tró­ni­co a la mar­ca para pre­gun­tar cuán­do vol­ve­rá a estar disponible.

La ubi­ca­ción exac­ta y el nom­bre del taller de Opor­to no se com­par­ten, pero sí las fotos e his­to­rias toma­das duran­te las visi­tas a la fábri­ca. Tam­po­co se cono­ce el ori­gen del cuero.