Ecoalf

Los fabri­can­tes con los que tra­ba­ja Eco­alf son audi­ta­dos por varias orga­ni­za­cio­nes inde­pen­dien­tes en cuan­to a con­di­cio­nes medioam­bien­ta­les y socia­les. Por ejem­plo, las fábri­cas son audi­ta­das por la BSCI (Busi­ness Social Com­plian­ce Initia­ti­ve), SA8000 (Social Accoun­ta­bi­lity) o por SME­TA (Sedex Mem­bers Ethi­cal Tra­de Audit).

Ade­más, Eco­alf tam­bién es miem­bro de B‑corp. Se tra­ta de una orga­ni­za­ción que ayu­da a sus miem­bros a ser más inclu­si­vos, res­pe­tuo­sos con el medio ambien­te y éti­cos. Para ser miem­bro, la mar­ca tie­ne que cum­plir varios requi­si­tos socia­les y éticos. 

Lamen­ta­ble­men­te, la mar­ca com­par­te poca infor­ma­ción sobre sus cen­tros de pro­duc­ción. Esta fal­ta de infor­ma­ción hace que sea difí­cil eva­luar las con­di­cio­nes en las que se fabri­can sus productos.

Eco­alf cree que la reuti­li­za­ción de mate­ria­les es par­ti­cu­lar­men­te impor­tan­te para el pla­ne­ta y por eso inves­ti­ga mucho sobre las posi­bi­li­da­des de reci­cla­je de mate­ria­les. La Fun­da­ción Eco­alf inves­ti­ga cons­tan­te­men­te las posi­bles apli­ca­cio­nes y el pro­ce­sa­mien­to de los mate­ria­les de dese­cho extraí­dos de los océa­nos. Algu­nos de ellos se uti­li­zan en la colec­ción Eco­alf, por ejem­plo el poliés­ter, la poli­ami­da y el nylon reci­cla­dos.

Otros mate­ria­les que han sur­gi­do de esta inves­ti­ga­ción son el hilo oceá­ni­co y el hilo 0‑release. El hilo oceá­ni­co es el nom­bre que Eco­alf da a los hilos fabri­ca­dos a par­tir de bote­llas de plás­ti­co extraí­das del océano. A tra­vés de cola­bo­ra­cio­nes con pes­ca­do­res loca­les en dife­ren­tes paí­ses, la Fun­da­ción Eco­alf ha reco­gi­do ya más de 1.000 tone­la­das de resi­duos des­de 2015. El hilo 0‑release es un hilo de poliés­ter desa­rro­lla­do para que el teji­do no libe­re micro­fi­bras cuan­do se lava o se seca.

Eco­alf tam­bién uti­li­za muchos otros mate­ria­les sos­te­ni­bles en sus colec­cio­nes. Entre ellos se encuen­tran varios mate­ria­les natu­ra­les, como el algo­dón orgá­ni­co, el lino, la vis­co­sa Eco­ve­ro y el Ten­cel, jun­to con lana de ove­ja reci­cla­da y cachemira.

Eco­alf tam­bién ha desa­rro­lla­do un teji­do a par­tir de res­tos de café. En cola­bo­ra­ción con Sca­fé, Eco­alf con­si­guió trans­for­mar los res­tos de café en grá­nu­los, que mez­cla­dos con poliés­ter o nylon reci­cla­do se con­vier­ten en un teji­do. Ade­más de reci­clar los resi­duos, tie­ne varias bue­nas pro­pie­da­des, como la de ofre­cer una mejor pro­tec­ción con­tra los rayos UV, con­tro­lar los olo­res y secar­se rápidamente.

Al trans­for­mar los resi­duos en ropa nue­va, Eco­alf es una mar­ca muy cir­cu­lar. El reci­cla­je de bote­llas de PET y otros resi­duos de poliés­ter o nylon per­mi­te lim­piar los océa­nos y las pla­yas. Ade­más, Eco­alf nece­si­ta menos o nin­gu­na mate­ria pri­ma nue­va para hacer­lo, lo que sig­ni­fi­ca que estos recur­sos tie­nen menos posi­bi­li­da­des de agotarse.

Las chan­clas de Eco­alf se fabri­can con neu­má­ti­cos reci­cla­dos, lo que eli­mi­na la nece­si­dad de goma nue­va. Los res­tos de café se trans­for­man en ropa nue­va. Así es como Eco­alf es circular.

Sin embar­go, para ser com­ple­ta­men­te cir­cu­lar, hay que tener en cuen­ta lo que ocu­rre con la ropa des­pués de su uso. Los mono­ma­te­ria­les (hechos de un solo mate­rial) son mucho más fáci­les de reci­clar que los mate­ria­les mix­tos. Los mate­ria­les natu­ra­les, como el algo­dón y el lino, tam­bién son más cir­cu­la­res por­que son bio­de­gra­da­bles y no gene­ran resi­duos o los gene­ran en menor medida.

Por aho­ra, Eco­alf no pro­por­cio­na infor­ma­ción sobre si reco­gen y reci­clan la ropa des­pués de su uso. Por lo tan­to, su cir­cui­to, lamen­ta­ble­men­te, aún no está cerrado. 

Eco­alf da muy poca infor­ma­ción sobre sus luga­res de pro­duc­ción. Algu­nas pren­das se pro­du­cen en Por­tu­gal y Espa­ña, mien­tras que otras pági­nas men­cio­nan que los pro­duc­tos se han fabri­ca­do en Chi­na. No está cla­ro en qué paí­ses se pro­du­ce la colec­ción de Eco­alf y, des­de lue­go, no hay infor­ma­ción sobre los fabri­can­tes con los que tra­ba­ja la marca.

La Fun­da­ción Eco­alf ope­ra en Espa­ña, Ita­lia, Gre­cia y Tai­lan­dia. Esta subor­ga­ni­za­ción tra­ba­ja con los pes­ca­do­res loca­les para sacar el plás­ti­co y los resi­duos del océano. Esto tam­bién impli­ca muchos pro­yec­tos de inves­ti­ga­ción y edu­ca­ción. La Fun­da­ción Eco­alf tra­ba­ja con inde­pen­den­cia de la mar­ca de moda Eco­alf, pero sumi­nis­tra mate­rias pri­mas para las colecciones.

Eco­alf tam­bién se preo­cu­pa por el bien­es­tar de los ani­ma­les. Para toda la lana y la cache­mi­ra, la mar­ca opta por mate­ria­les reci­cla­dos. Ele­gir lana reci­cla­da sig­ni­fi­ca que no hay ani­ma­les direc­ta­men­te impli­ca­dos en el producto. 

El reci­cla­je de la lana se rea­li­za de for­ma mecá­ni­ca, don­de los pro­duc­tos vie­jos o los mate­ria­les resi­dua­les se cor­tan y se hilan para obte­ner un nue­vo hilo. Lamen­ta­ble­men­te, la lana reci­cla­da es de menor cali­dad que la nue­va. Por eso, Eco­alf se com­pro­me­te a uti­li­zar los resi­duos de la pro­duc­ción y a desa­rro­llar mejo­res téc­ni­cas de pro­ce­sa­mien­to y aca­ba­do. De este modo, se pro­po­nen mejo­rar la cali­dad de este material.

La cali­dad es impor­tan­te para Eco­alf. Por eso, siem­pre están bus­can­do mejo­res téc­ni­cas de pro­duc­ción para mejo­rar sus pro­duc­tos. Eco­alf cuen­ta con una colec­ción de mujer y otra de hom­bre. Tam­bién hay una colec­ción para niños, acce­so­rios, bol­sos, mochi­las e inclu­so una colec­ción de zapa­tos. Los dise­ños son atem­po­ra­les y bási­cos, y com­bi­nan per­fec­ta­men­te con cual­quier ropa. 

En la pági­na de cada pro­duc­to se pue­de acce­der a un sis­te­ma de eva­lua­ción Bco­me, que otor­ga a cada pro­duc­to una pun­tua­ción por su efi­cien­cia medioam­bien­tal, social y éti­ca. La eva­lua­ción de este sis­te­ma se basa en las mejo­res ini­cia­ti­vas sos­te­ni­bles que Eco­alf ha inclui­do en su cade­na de sumi­nis­tro. En estas pun­tua­cio­nes se pue­de ver qué dis­tan­cia ha reco­rri­do el pro­duc­to, qué cer­ti­fi­ca­dos se apli­can y cuán­ta agua y CO2 se ha nece­si­ta­do para su producción.

Más allá de esto, Eco­alf lamen­ta­ble­men­te no es muy trans­pa­ren­te. A menu­do no reve­la dón­de se ha fabri­ca­do el pro­duc­to. Tam­po­co se cono­ce siem­pre el ori­gen de los mate­ria­les. En COSH! espe­ra­mos que la mar­ca ofrez­ca más infor­ma­ción al res­pec­to en el futuro.