Carhartt proporcionaba a los trabajadores de la fábrica un buen entorno, buenas condiciones de trabajo y salarios justos basados en negociaciones sindicales. El objetivo no era sólo ser rentable, sino “hacer lo justo y equitativo”. Si daba beneficios sería estupendo.
Todo empezó con unos simples monos vaqueros para maquinistas. Desde entonces, la familia Carhartt sigue fabricando ropa de trabajo, pero desde 1989 también fabrican ropa informal que se puede llevar a diario. Los skaterboys son grandes fans de esta marca estadounidense.
Un tercio de las colecciones se produce en la propia fábrica de la marca en Túnez. La fábrica obtuvo la certificación SA8000 en 2014 (no se ha aportado prueba de ello). Este sistema de gestión del cumplimiento de las normas sociales ayuda a Carhartt a controlar las condiciones de trabajo en la fábrica. La marca también colabora con proveedores de China, Camboya, Vietnam, India, Pakistán y Bangladesh. Carhartt espera que estos proveedores sigan el Código de Conducta firmado por la marca. Éste se basa en los Convenios Fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.