AYANI

AYA­NI tie­ne con­tac­to direc­to con sus cos­tu­re­ras de patro­nes y otras per­so­nas de sus ámbi­tos de logís­ti­ca y pro­duc­ción. Como la pro­duc­ción tie­ne lugar en Polo­nia y Ale­ma­nia, AYA­NI pue­de cer­ti­fi­car que se paga un sala­rio digno. AYA­NI se cen­tra en cul­ti­var rela­cio­nes y cola­bo­ra­cio­nes a lar­go pla­zo. Los patro­nes de los ves­ti­dos se cor­tan inter­na­men­te, y se hacen via­jes regu­la­res a la fábri­ca de con­fec­ción pola­ca, que está a sólo dos horas de la tien­da AYA­NI de Ber­lín. En cuan­to a la pro­duc­ción de fibra a teji­do, AYA­NI con­fía en su sóli­da rela­ción con su pro­vee­dor tur­co. AYA­NI se abas­te­ce de teji­do de un solo pro­vee­dor y hace una dona­ción anual a una orga­ni­za­ción bené­fi­ca arme­nia de impac­to social o medioambiental.

AYA­NI se cali­fi­ca como exce­len­te en cuan­to a mate­ria­les, ya que tra­ba­ja con mate­ria­les más sos­te­ni­bles e inno­va­do­res que tie­nen un impac­to sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te menor en el pla­ne­ta, las per­so­nas y los ani­ma­les que los mate­ria­les con­ven­cio­na­les. La mar­ca tam­bién uti­li­za mate­ria­les de emba­la­je total­men­te reci­cla­dos para los pedi­dos de los clien­tes. Ade­más, den­tro de su cade­na de sumi­nis­tro, todos los enva­ses y per­chas de plás­ti­co se reuti­li­zan y se redu­cen al míni­mo median­te el enva­sa­do a granel.

Dado que la Vis­co­sa Eco­ve­ro y el lino se uti­li­zan en más del 80% de su colec­ción, se pue­de garan­ti­zar una alta efi­cien­cia hídri­ca y la eli­mi­na­ción de pro­duc­tos quí­mi­cos noci­vos en todo el pro­ce­so de pro­duc­ción de la fibra. El teji­do Eco­ve­ro Vis­co­sa se fabri­ca en Aus­tria y se obtie­ne a tra­vés del pro­vee­dor de teji­dos tur­co de la mar­ca. El poliés­ter con cer­ti­fi­ca­ción GRS reci­cla­do mecá­ni­ca­men­te se uti­li­za en la medi­da de lo posi­ble den­tro del uso de fibras plás­ti­cas de la mar­ca. Ade­más, el poliés­ter vir­gen for­ma par­te de la colec­ción para garan­ti­zar un gra­do de dura­bi­li­dad, como­di­dad y sua­vi­dad del mate­rial que no pue­de alcan­zar­se con el poliés­ter total­men­te reci­cla­do. Los boto­nes uti­li­za­dos son de nuez de coro­zo y algo­dón reciclado.

Se infor­ma explí­ci­ta­men­te a los clien­tes sobre cómo lavar de for­ma sos­te­ni­ble sus ves­ti­dos para mini­mi­zar el ries­go de con­ta­mi­na­ción por microplásticos.

AYA­NI tie­ne un fuer­te enfo­que cir­cu­lar en su pro­ce­so de dise­ño, abas­te­ci­mien­to de teji­dos y ciclo de vida del pro­duc­to. El cor­ta­dor de patro­nes está for­ma­do en los prin­ci­pios del dise­ño cir­cu­lar y uti­li­za herra­mien­tas de dise­ño digi­tal para mini­mi­zar los resi­duos. En la mesa de cor­te, los recor­tes de mate­rial se cla­si­fi­can con pre­ci­sión y se sumi­nis­tran a pro­yec­tos loca­les de reci­cla­je. Aun­que los teji­dos no son mono­ma­te­ria­les, son pre­do­mi­nan­te­men­te reci­cla­bles. Los ser­vi­cios de repa­ra­ción son gra­tui­tos para los clien­tes, o AYA­NI reem­bol­sa a los clien­tes cuan­do las repa­ra­cio­nes se rea­li­zan localmente.

Apar­te de su pro­vee­dor tur­co de teji­dos, todos los demás pro­ce­sos de pro­duc­ción tie­nen lugar con dos horas de dife­ren­cia. La fábri­ca de ropa está en Szc­ze­cin (Polo­nia) y la tien­da en Berlín.

La mar­ca no uti­li­za fibras ani­ma­les en sus vestidos.

Crean­do sólo dos colec­cio­nes al año, AYA­NI selec­cio­na pren­das sin­gu­la­res para poner­las a la ven­ta. Los ves­ti­dos atem­po­ra­les se pro­du­cen en peque­ñas can­ti­da­des y bajo deman­da. Con los cui­da­dos ade­cua­dos y repa­ra­cio­nes oca­sio­na­les, los robus­tos teji­dos dise­ña­dos para el uso dia­rio garan­ti­zan que los ves­ti­dos pue­dan durar décadas.

AYA­NI es una empre­sa de pro­pie­dad exclu­si­va de una mujer, fun­da­da por Ani Bag­da­sar­yan, que par­ti­ci­pa y diri­ge todos los pro­ce­sos de pro­duc­ción y comu­ni­ca­ción. Des­de la bús­que­da de cola­bo­ra­do­res has­ta la crea­ción de su empre­sa social­men­te res­pon­sa­ble, la peque­ña mar­ca pue­de reve­lar con trans­pa­ren­cia toda la infor­ma­ción rela­ti­va a la pro­duc­ción y el abas­te­ci­mien­to. Ade­más, Ani bus­ca cons­tan­te­men­te for­mas de mejo­rar la hue­lla eco­ló­gi­ca y el impac­to social de su marca.