Con la etiqueta ‘Ik koop Belgisch’, Arlette Schmitz apoya a los artesanos locales belgas. Sophie produce sus colecciones localmente en su taller en Gante.
Los tejidos proceden de proveedores europeos, lo que garantiza materiales locales de origen ético. La marca respeta estrictamente su código de conducta, mientras que Arlette Schmitz también presta atención a las certificaciones de los proveedores. En casi todos los productores de tejidos con los que trabaja la marca, las condiciones sociales son supervisadas por organismos de certificación GOTS (Global Organic Textile Standard) y/o BCI (Better Cotton Initiative). De este modo, la marca puede garantizar unas condiciones de trabajo seguras y unos salarios justos para todos los integrantes de la cadena de suministro.
Además, Arlette Schmitz promueve la inclusividad. Centrados en la forma femenina, los diseños son unisex, lo que invita tanto a personas binarias como no binarias a descubrir la colección de Arlette Schmitz.
Arlette Schmitz compra tejidos a proveedores europeos comprometidos con la sostenibilidad. En sus colecciones utiliza materiales naturales (de origen vegetal) como el ramio y el algodón, que tienen un menor impacto ecológico que los materiales sintéticos. Sin embargo, incluso estos materiales pueden tener un impacto negativo, por ejemplo, debido al uso de pesticidas o fertilizantes químicos en la agricultura.
Los diseños vibrantes emplean a menudo materiales sintéticos, con tejidos brillantes derivados del poliéster o la poliamida. Estos materiales, al derivar del petróleo, tienen efectos medioambientales negativos. Su proceso de producción consume mucha energía y es muy contaminante. También existe el riesgo de que se liberen microplásticos cada vez que se lava la ropa. Sin embargo, los materiales sintéticos también están allanando el camino a innovadores procesos de reciclaje.
En algunos diseños, Arlette Schmitz emplea tejidos muertos, que son materiales sobrantes de otros productores. De este modo, la marca puede utilizar tejidos brillantes sin necesidad de nuevas materias primas. Además, esto ayuda a evitar que los tejidos de calidad acaben simplemente en los vertederos.
Cuando diseña nuevas prendas, Sophie siempre tiene en cuenta la reciclabilidad de los artículos y materiales. El uso de materiales de desecho también contribuye a la circularidad de la marca.
El uso de mono-materiales como 100% algodón facilita el reciclaje de la ropa. Con las mezclas de materiales, como la combinación de algodón y poliéster, el reciclaje es mucho más difícil porque hay que separar estos materiales. Arlette Schmitz quiere utilizar menos mezclas de materiales en el futuro para garantizar que la ropa se pueda reciclar más fácilmente.
Además, a la marca belga le gusta experimentar con el reciclaje de prendas desechadas. Por ejemplo, confeccionando vestidos con vaqueros viejos. Otros materiales, como recortes de tela y botones, también se reutilizan en prendas nuevas.
Para evitar que la ropa se deseche, Arlette Schmitz te anima a reparar tus prendas cuando sea necesario. Incluso puedes reparar o alterar tu compra en el propio atelier de Arlette Schmitz.
Arlette Schmitz tiene una cadena de suministro corta, ya que todas las prendas se diseñan y confeccionan en el atelier de Gante. Los tejidos proceden de proveedores y productores europeos como España, Italia y Francia. ¡La marca belga compartió los nombres y la ubicación de sus productores de tejidos, lo que permitió a COSH! trazar un mapa de casi toda su cadena de suministro!
Desgraciadamente, a las marcas pequeñas como Arlette Schmitz les resulta difícil seguir cada paso del proceso de producción. Por ejemplo, no sabemos de dónde obtienen sus materias primas los fabricantes de tejidos, como las fibras de algodón.
La ropa de Arlette Schmitz rara vez contiene materiales animales como la lana. Sin embargo, los botones son de nácar. La ventaja de los botones de nácar es que son naturales y, en teoría, también biodegradables.
Arlette Schmitz destaca en el slow-fashion. La marca contrarresta el ritmo acelerado de la moda rápida lanzando nuevos diseños en sus propios términos, garantizando que las colecciones perduren más allá de las meras tendencias de temporada.
La producción es siempre limitada para evitar el exceso de inventario. De este modo, la marca tampoco participa en promociones de descuento o rebajas de fin de año.
Arlette Schmitz se esfuerza por confeccionar prendas bellas y de alta calidad que puedan disfrutarse durante años. Los diseños incorporan a menudo la asimetría, y el juego único de Sophie con las formas y los colores crea piezas distintivas.
Las prendas están diseñadas y desarrolladas para mujeres, pero la marca no descarta la posibilidad de que las prendas también puedan ser aptas como ropa unisex. La marca invita a todos, binarios y no binarios, a entrar en el mundo de Arlette Schmitz.
Para las marcas boutique como Arlette Schmitz, conseguir transparencia puede ser todo un reto. Sin embargo, en colaboración con COSH!, ha revelado los nombres y la ubicación de todos sus proveedores de tejidos.
Esto permite a la marca ofrecer una transparencia total en casi todos los pasos de su cadena de suministro. Además, el taller de producción local de la marca ofrece una visión clara del proceso de producción artesanal.
Conclusión
Arlette Schmitz representa la artesanía belga. Fusionando métodos ecológicos con un diseño deliberado, la marca destaca su compromiso tanto con la moda circular como con una cadena de suministro local transparente. Es una elección clara para el comprador contemporáneo que valora la ética y el estilo.
Esta marca invita a todos a sumergirse en su alegre y lujoso mundo de la moda.