Con la etiqueta ‘Ik koop Belgisch’, Arlette Schmitz apoya a los artesanos locales belgas. Sophie produce sus colecciones localmente en su taller en Gante.
Los tejidos proceden de proveedores europeos, lo que garantiza materiales locales de origen ético. La marca respeta estrictamente su código de conducta, mientras que Arlette Schmitz también presta atención a las certificaciones de los proveedores. En casi todos los productores de tejidos con los que trabaja la marca, las condiciones sociales son supervisadas por organismos de certificación GOTS (Global Organic Textile Standard) y/o BCI (Better Cotton Initiative). De este modo, la marca puede garantizar unas condiciones de trabajo seguras y unos salarios justos para todos los integrantes de la cadena de suministro.
Además, Arlette Schmitz promueve la inclusividad. Centrados en la forma femenina, los diseños son unisex, lo que invita tanto a personas binarias como no binarias a descubrir la colección de Arlette Schmitz.