Miz mooz

Las colec­cio­nes de Miz Mooz se dise­ñan en Nue­va York y se fabri­can en Euro­pa, con­cre­ta­men­te en Ita­lia y Por­tu­gal. La mar­ca favo­re­ce a las peque­ñas empre­sas fami­lia­res don­de los tra­ba­ja­do­res son arte­sa­nos cua­li­fi­ca­dos y expe­ri­men­ta­dos. Dado que Euro­pa está suje­ta a estric­tas leyes labo­ra­les y medioam­bien­ta­les, pode­mos supo­ner que los tra­ba­ja­do­res reci­ben sala­rios jus­tos y tra­ba­jan en con­di­cio­nes segu­ras.

La piel de alta cali­dad es lo que lle­vó a Miz Mooz a Euro­pa. Se abas­te­cen de todos los mate­ria­les aquí y tra­ba­jan con cur­ti­du­rías éti­cas en Por­tu­gal. COSH! entre­vis­tó al dis­tri­bui­dor euro­peo de Miz Mooz, que habló con fran­que­za sobre sus pro­duc­tos y su pro­ce­den­cia. Fue muy hones­to sobre el hecho de que es difí­cil estar 100% segu­ro de las prác­ti­cas en las cur­ti­du­rías, pero que espe­ran que el cue­ro sea libre de cro­mo o bajo en cromo. 

Los zapa­tos son total­men­te de cue­ro, excep­to la sue­la de goma, al menos las san­da­lias. No sabe­mos si el cau­cho es natu­ral o sin­té­ti­co. Uti­li­zan, por ejem­plo, un forro de micro­fi­bra en las botas que no es muy eco­ló­gi­co ni bio­de­gra­da­ble. Casi todas las sue­las tam­bién con­tie­nen un com­po­nen­te sin­té­ti­co y algu­nas están forra­das de cor­cho. Miz Mooz uti­li­za cada vez menos la made­ra para los taco­nes de sus zapa­tos, ya que hace que éstos sean muy pesa­dos. En su lugar, sue­len optar por una com­bi­na­ción de made­ra y mate­ria­les sin­té­ti­cos, a veces rema­ta­da con una capa de cuero.

Los zapa­tos Miz Mooz no son bio­de­gra­da­bles y no son fácil­men­te reci­cla­bles, pero esto es cier­to para casi todas las mar­cas de zapa­tos. Esto se debe a que los zapa­tos sue­len estar com­pues­tos por muchos mate­ria­les dife­ren­tes, lo que los hace cómo­dos y resistentes. 

El emba­la­je de las zapa­ti­llas está hecho de papel y car­tón de una fábri­ca por­tu­gue­sa, ya que la mar­ca quie­re evi­tar el plástico.

Des­de 2017, Miz Mooz es miem­bro de 1% for the Pla­net, una red de empre­sas com­pro­me­ti­das con la pro­tec­ción del entorno natu­ral. Como miem­bro, se com­pro­me­ten a donar el 1% de sus ven­tas bru­tas anua­les a orga­ni­za­cio­nes que tra­ba­jan por un pla­ne­ta y unas comu­ni­da­des salu­da­bles, actual­men­te están aso­cia­dos con ​‘Pros­pect Park Allian­ce’ y ​‘City Har­vest: res­ca­tan­do ali­men­tos para los que sufren ham­bre en Nue­va York’.

Cabe des­ta­car que, aun­que la pro­duc­ción se rea­li­za­ba en Chi­na, se ha tras­la­da­do a Euro­pa. Los zapa­tos para los clien­tes euro­peos se que­dan en Euro­pa y no se envían pri­me­ro a Esta­dos Uni­dos para ser envia­dos des­de allí. Esto les per­mi­te man­te­ner un abas­te­ci­mien­to cor­to y redu­cir las dis­tan­cias que reco­rren los zapa­tos para el mer­ca­do europeo. 

Todos los zapa­tos de esta mar­ca están hechos de cue­ro, un mate­rial que, por des­gra­cia, impli­ca la muer­te de ani­ma­les, pero tam­bién es un mate­rial natu­ral muy dura­de­ro. No está cla­ro si el cue­ro de Miz Mooz es un sub­pro­duc­to de la indus­tria cár­ni­ca, y de qué mane­ra están eli­gien­do que sea sos­te­ni­ble o no. El dis­tri­bui­dor euro­peo sí dijo a COSH! que tie­nen la inten­ción de ele­gir mate­ria­les sostenibles.

En Miz Mooz, no encon­tra­rás zapa­tos que sigan ten­den­cias fuga­ces que pasan rápi­da­men­te de moda. En su lugar, encon­tra­rás bai­la­ri­nas, botas y san­da­lias atem­po­ra­les y retro. Cada año sale una nue­va colec­ción en pri­ma­ve­ra y oto­ño. Sus colec­cio­nes tie­nen algo para todo el mun­do, con una gran varie­dad de dise­ños: algu­nos son más deta­lla­dos y otros tie­nen colo­res más vivos, por ejem­plo. Muchos de sus dise­ños se reuti­li­zan en colec­cio­nes pos­te­rio­res. De hecho, en Miz Mooz se sue­le ver una cuar­ta par­te de sus zapa­tos en la nue­va colec­ción del año siguiente.

Los zapa­tos están fabri­ca­dos con mate­ria­les de alta cali­dad y los dise­ños tie­nen en cuen­ta la como­di­dad, para que pue­das dis­fru­tar de tus zapa­tos Miz Mooz duran­te mucho tiempo.

Cada zapa­to indi­ca en qué país está hecho: Por­tu­gal o Ita­lia. No espe­ci­fi­can la fábri­ca exac­ta en la que está hecho.