Zecchino d’Oro

Los zapa­tos de Zec­chino d’O­ro son fabri­ca­dos ínte­gra­men­te en Ita­lia por zapa­te­ros expe­ri­men­ta­dos en su taller de Ita­lia. Como la mar­ca fabri­ca todos los zapa­tos ella mis­ma, tie­ne con­trol sobre las con­di­cio­nes labo­ra­les en las que tie­ne lugar la pro­duc­ción. Dado que el taller se encuen­tra en la Unión Euro­pea, la mar­ca tam­bién debe cum­plir las leyes y nor­ma­ti­vas labo­ra­les, por lo que pue­des estar segu­ro de que los zapa­tos se han pro­du­ci­do de for­ma éti­ca.

Zec­chino d’O­ro tra­ba­ja en par­te con pro­vee­do­res euro­peos. Así, no sólo los zapa­tos en sí, sino tam­bién los mate­ria­les uti­li­za­dos se fabri­can en con­di­cio­nes labo­ra­les éti­cas. Lamen­ta­ble­men­te, se cono­ce poca infor­ma­ción sobre el ori­gen de algu­nos de los mate­ria­les, por lo que no pode­mos hacer­nos una idea com­ple­ta de las con­di­cio­nes éticas.

Zec­chino d’O­ro fabri­ca zapa­tos infan­ti­les de alta cali­dad. Por ello, la mar­ca uti­li­za úni­ca­men­te mate­ria­les de alta cali­dad para pro­lon­gar la vida de los zapa­tos. Los zapa­tos están hechos de cue­ro, en el que la mar­ca uti­li­za prin­ci­pal­men­te piel de bece­rro. Zec­chino d’O­ro tra­ba­ja exclu­si­va­men­te con fabri­can­tes de cue­ro ita­lia­nos.

La mar­ca ita­lia­na tam­bién tie­ne una colec­ción de zapa­tos sos­te­ni­bles lla­ma­da ​“Pro­mi­se”. En esta colec­ción, las plan­ti­llas y el exte­rior de los zapa­tos son de piel cur­ti­da al vege­tal. Esto sig­ni­fi­ca que la piel se cur­te sin pro­duc­tos quí­mi­cos noci­vos ni meta­les pesa­dos como el cro­mo. En esta colec­ción, las sue­las están hechas de cau­cho natu­ral (cau­cho Para) en lugar de cau­cho sin­té­ti­co. Este mate­rial pro­ce­de de árbo­les de cau­cho que cre­cen en Bra­sil y Tai­lan­dia, por lo que es un mate­rial natural.

Por últi­mo, la mar­ca tam­bién uti­li­za otros mate­ria­les en los acce­so­rios de los zapa­tos. Por ejem­plo, hay boti­nes con un bor­de de piel de cone­jo, un forro de piel de ove­ja, lazos de cue­ro o lentejuelas.

Dado que un zapa­to está for­ma­do por muchos com­po­nen­tes y mate­ria­les dife­ren­tes, a menu­do resul­ta muy difí­cil reci­clar­lo des­pués de su uso. Éste es tam­bién el caso de los zapa­tos de Zec­chino d’O­ro. Por eso, la mar­ca se cen­tra en alar­gar la vida útil de los zapa­tos, por ejem­plo, uti­li­zan­do mate­ria­les y téc­ni­cas de pro­duc­ción de alta calidad.

Los zapa­tos se fabri­can en el taller de Zec­chino d’O­ro en Mon­te San Gius­to, un peque­ño pue­blo de la región ita­lia­na de Le Mar­che. La mar­ca se ha com­pro­me­ti­do a man­te­ner una cade­na de sumi­nis­tro cor­ta tra­ba­jan­do con pro­duc­to­res y pro­vee­do­res ita­lia­nos. Aun así, hay pie­zas que reco­rren un lar­go camino, como el cau­cho que pro­ce­de de Bra­sil.

Lamen­ta­ble­men­te, Zec­chino d’O­ro no obtie­ne bue­nos resul­ta­dos en mate­ria de bien­es­tar ani­mal. La mar­ca uti­li­za muchos mate­ria­les de ori­gen ani­mal, como piel de ter­ne­ra y cor­de­ro, cabra y cone­jo. Aquí no se sabe nada del ori­gen de los mate­ria­les ni de las con­di­cio­nes en que viven los animales.

La mar­ca de cal­za­do infan­til es cono­ci­da por sus téc­ni­cas arte­sa­na­les ita­lia­nas y su cali­dad. Los zapa­tos y las zapa­ti­llas están hechos a mano por zapa­te­ros expe­ri­men­ta­dos, con mate­ria­les de alta calidad. 

Zec­chino d’O­ro uti­li­za en sus zapa­tos una plan­ti­lla paten­ta­da con plan­ti­lla cosi­da. Esta sue­la de cue­ro está dise­ña­da para pro­por­cio­nar un apo­yo ana­tó­mi­co al niño y con­tri­buir así al desa­rro­llo de sus pies. 

La mar­ca exis­te des­de hace más de 60 años y cuen­ta con una amplia colec­ción de zapa­tos para niños y bebés. Zec­chino d’O­ro ofre­ce zapa­tos, zapa­ti­llas y san­da­lias para los pri­me­ros pasos de su hijo has­ta la talla 41.

Zec­chino d’O­ro aún tie­ne mar­gen de mejo­ra en tér­mi­nos de trans­pa­ren­cia. La mar­ca fabri­ca ella mis­ma los zapa­tos, pero no faci­li­ta los nom­bres ni la ubi­ca­ción de sus socios de pro­duc­ción y pro­vee­do­res. Com­par­tir esta infor­ma­ción, y los posi­bles cer­ti­fi­ca­dos, ayu­da­ría a aumen­tar la trans­pa­ren­cia de la marca.