Parafina

Para­fi­na tie­ne su sede en Madrid y es una B‑Corporation cer­ti­fi­ca­da. Esto sig­ni­fi­ca que la empre­sa es audi­ta­da tres veces al año por la orga­ni­za­ción B Corp. Para­fi­na debe cum­plir cier­tas nor­mas en tér­mi­nos de ren­di­mien­to medioam­bien­tal, trans­pa­ren­cia y con­di­cio­nes labo­ra­les. Ade­más, la mar­ca tam­bién es miem­bro del sis­te­ma de eva­lua­ción BCO­ME. Esta herra­mien­ta eva­lúa la efi­ca­cia medioam­bien­tal, social y éti­ca de una empresa. 

Para­fi­na tam­bién ha esta­ble­ci­do su pro­pio pro­yec­to social en Para­guay. Invier­ten el 5% de los ingre­sos de sus ven­tas en este pro­yec­to. El pro­yec­to garan­ti­za que los niños de una región de Para­guay ten­gan acce­so a una edu­ca­ción esta­ble y de calidad.

Para­fi­na uti­li­za mate­ria­les sos­te­ni­bles en sus pro­duc­tos. La mayo­ría de los mate­ria­les son reci­cla­dos. Por ejem­plo, uti­li­zan cor­chos de vino, neu­má­ti­cos de coche, bote­llas de PET y latas pro­ce­den­tes de ver­te­de­ros, entre otros. El cor­cho, la goma, el plás­ti­co y el metal resul­tan­tes se con­vier­ten en marcos.

La mar­ca tam­bién uti­li­za bam­bú orgá­ni­co cul­ti­va­do en su pro­pia gran­ja. Se tra­ta de un mate­rial muy resis­ten­te y sos­te­ni­ble. De hecho, el bam­bú cre­ce muy rápi­do, nece­si­ta poca agua y no nece­si­ta pes­ti­ci­das ni insec­ti­ci­das quí­mi­cos. Tam­bién es bio­de­gra­da­ble, ya que es natural. 

Otro mate­rial uti­li­za­do por Para­fi­na es el bio-ace­ta­to. El ace­ta­to con­ven­cio­nal se fabri­ca con pul­pa de made­ra com­bi­na­da con plás­ti­cos quí­mi­cos. El bio-ace­ta­to no uti­li­za plas­ti­fi­can­tes quí­mi­cos, por lo que su pro­duc­ción es menos per­ju­di­cial para el medio ambien­te y el mate­rial es más bio­de­gra­da­ble des­pués de su uso.

Las len­tes son la úni­ca par­te de las gafas que no se fabri­ca con mate­ria­les reci­cla­dos. Se fabri­can en Alemania.

A pri­me­ra vis­ta, Para­fi­na pare­ce hacer­lo bien en tér­mi­nos de cir­cu­la­ri­dad. Reci­clan los resi­duos para con­ver­tir­los en nue­vos pro­duc­tos, con­tri­bu­yen­do así a redu­cir el pro­ble­ma mun­dial de los resi­duos. Las inno­va­cio­nes de Para­fi­na son un avan­ce posi­ti­vo para el mer­ca­do de las gafas y las gafas del futuro. 

Por des­gra­cia, Para­fi­na a veces com­bi­na dife­ren­tes mate­ria­les en una mon­tu­ra. El cor­cho reci­cla­do se com­bi­na con el plás­ti­co HDPE reci­cla­do en una mon­tu­ra. Esta com­bi­na­ción de mate­ria­les hace que las gafas sean mucho más difí­ci­les de reci­clar des­pués de su uso. El ace­ro inoxi­da­ble, por ejem­plo, un mate­rial que se uti­li­za a menu­do para las gafas, es fácil de reci­clar por­que se pue­de fun­dir una y otra vez. 

Sin embar­go, otras mon­tu­ras de Para­fi­na son más fáci­les de reci­clar. El bam­bú orgá­ni­co de la gama ​“bio-bam­boo” se uti­li­za para fabri­car las pati­llas de las gafas. La mon­tu­ra en sí es de plás­ti­co. Así, los mate­ria­les no se mez­clan y pue­den reci­clar­se fácil­men­te por sepa­ra­do. ¡Las pati­llas de bam­bú son inclu­so biodegradables.

Para­fi­na no tie­ne una cade­na de pro­duc­ción cor­ta. El mate­rial que uti­li­zan pro­ce­de de ver­te­de­ros de Japón, Euro­pa y Medio Orien­te. Lamen­ta­ble­men­te, la mar­ca no com­par­te dón­de se pro­du­cen los len­tes, por lo que es impo­si­ble eva­luar com­ple­ta­men­te su cade­na de producción.

Para­fi­na no uti­li­za nin­gún mate­rial de ori­gen ani­mal en sus pro­duc­tos. ¡Así que la mar­ca es com­ple­ta­men­te vega­na!

Y al reci­clar mate­ria­les como las bote­llas de PET, la mar­ca evi­ta que estos resi­duos aca­ben en el océano. ¡Esto tam­bién hace que las gafas de Para­fi­na sean res­pe­tuo­sas con los animales!

La colec­ción es con­tem­po­rá­nea, con mon­tu­ras moder­nas y dise­ños colo­ri­dos. Para­fi­na tie­ne algo para todo el mun­do con su gama de dife­ren­tes esti­los que se adap­tan a todos los gus­tos. Las gafas de lec­tu­ra están dis­po­ni­bles en gra­dua­cio­nes de 1 a 3,5.

Las gafas se fabri­can pres­tan­do espe­cial aten­ción a los deta­lles y a la cali­dad. Esto ayu­da a que los pro­duc­tos duren más tiem­po.

Según sus pro­pias pala­bras, Para­fi­na valo­ra la trans­pa­ren­cia. Por des­gra­cia, en la prác­ti­ca no es así. La mar­ca no com­par­te infor­ma­ción sobre sus cen­tros de pro­duc­ción. Esto hace que sea difí­cil ave­ri­guar el gra­do de éti­ca de estas gafas.